viernes, 11 de abril de 2014

abril 11, 2014
MÉXICO, 11 de abril.- La ordeña clandestina a Petróleos Mexicanos (Pemex), por parte del crimen organizado, se disparó durante la administración de Peña Nieto, en 2013. Las tomas clandestinas para robarle petróleo o combustibles a la paraestatal repuntaron 69.4 por ciento respecto al año anterior, según datos de la propia petrolera.


De esta forma, al cierre de 2013 Pemex contabilizó 2 mil 627 sustracciones ilícitas de sus ductos, cuando en 2012 habían sido mil 550.

Diésel y gasolina fueron los combustibles más codiciados en perjuicio de Pemex Refinación, según reconoció la empresa en otro documento, el Informe Anual, enviado la semana pasada al Senado de la República.

Rafael Ch, del Centro de Investigación para el Desarrollo, calculó una afectación económica de entre 3 mil y 7 mil millones de pesos anuales. Este monto creció en un margen del 10 al 20 por ciento anual, lo que equivale a la quinta parte del presupuesto promedio de un estado.

Según Ch, el mayor robo de combustible se debe a dos factores principalmente: la disparidad del precio de la gasolina mexicana contra los combustibles internacionales, y la diversificación de negocios en el crimen organizado, por parte de grupos que han perdido el control de diversas plazas.

“Hay grupos criminales que lo hacen, pero que no están vinculados al narcotráfico. Otro mito es que sólo se roba Diésel y gasolinas”, explicó, “porque también se roban crudo directo”. En ese contexto, las entidades en donde más se registró el robo de combustible, de acuerdo con Pemex, son Tamaulipas y Veracruz, en donde operan el cártel del Golfo y los Zetas.

Por su parte, Carlos Mendoza, director general de Proyectos Estratégicos Consultoría, mencionó que los combustibles robados se distribuyen entre las comunidades donde grupos delincuenciales tienen el control. “Extraen el combustible del ducto y lo llevan en pipas hasta las gasolineras, o lo revenden en lotes clandestinos”, agregó.

Otro factor importante es que el personal para vigilar una red de 37 mil 651 km de ductos e instalaciones consideradas estratégicas, es insuficiente. Sin embargo, estas cifras contrastan con el notable aumento en el gasto en seguridad reportado por Pemex.

La mayor parte las Fuerzas Armadas vigila los estados del Golfo, como Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche.

Por el contrario, son pocos los soldados a cargo de cuidar las instalaciones en la zona del Pacífico. En Jalisco, hoy el tercer estado con más tomas clandestinas, sólo patrullan en promedio 32 elementos. En Sinaloa, cuarta entidad con más ordeñas, están asignados 37 efectivos de la Marina y nueve del Ejército. Fenómenos similares ocurren en Baja California y Sonora. (Revolución Tres Punto Cero)