viernes, 4 de abril de 2014

abril 04, 2014
KABUL, 4 de abril.- Las elecciones presidenciales que se celebran hoy para sustituir a Hamid Karzai, el único presidente que Afganistán ha tenido desde la caída del régimen talibán, serán unas votaciones históricas y muy reñidas. Es la primera vez en Afganistán que un presidente da el relevo a otro en las urnas -hasta ahora el traspaso de poder siempre se había producido a fuerza de golpe de estado o conflictos-, y hay tres candidatos tan especialmente igualados que resulta impredecible saber quién será el futuro presidente del país: Abdullah Abdullah, Zalmai Rassoul o Ashraf Ghani Ahmadzai.

Hamid Karzai, actual presidente de Afganistán.

La comunidad internacional se conforma de momento con que la transferencia de poder se lleve a cabo de forma pacífica, algo nada evidente. Los talibán han amenazado con boicotear los comicios y atacar los colegios electorales.

La incógnita sobre el ganador se mantendrá durante semanas, ya que el anuncio de los resultados finales está previsto para el 14 de mayo. Todo apunta a que será necesaria una segunda vuelta, ya que el voto étnico está muy dividido. Ésa es la principal carta que han jugado los tres candidatos favoritos para ganar seguidores.

Abdullah, el mejor equipo


Abdullah Abdullah es quien mejor ha sabido buscarse a sus compañeros de candidatura. Sus segundos, que aspiran a convertirse en vicepresidentes, son el señor de la guerra Mohammad Mohaqeq, líder de Hezb-e-Wahdat, el partido que aglutina el voto de la etnia hazara; y Mohammad Khan, que pertenece a una escisión de Hezb-e-Islami, la formación del terrorista Gulbuddin Hekmatyar, de etnia pastún. Por su parte, Abdullah fue uno los más estrechos colaboradores de Ahmad Sha Masud, considerado el héroe nacional de Afganistán por los tayikos. En consecuencia tiene casi garantizado el apoyo de los electores de esta última etnia, la hazara y algunos pastunes.

Abdullah ha basado su campaña electoral en atacar la gestión de Hamid Karzai al frente del Gobierno. "¡Nuestros enemigos no son nuestros hermanos!" ha sido uno de los lemas que ha repetido más en sus mítines electorales, en clara alusión al presidente afgano que en múltiples intervenciones públicas se ha referido a los talibán como "hermanos" para así animarlos a dejar las armas.

Abdullah fue ministro de Asuntos Exteriores de Karzai entre 2001 y 2006, y en 2009 ya se presentó a las presidenciales y quedó segundo en unas elecciones marcadas por el fraude. Eso le dejó una espinita clavada en el corazón. "Abdullah no tiene rival, su único rival es el fraude", tararean sus correligionarios. Pero también le ha hecho ganar una gran experiencia política. Es el candidato que mejor sabe interactuar con el público. Reparte autógrafos, estrecha la mano a sus seguidores, y pregunta en sus mítines electorales: "¿Quién va a votar al número uno?", en alusión al número que le identifica como candidato en la papeleta de voto pero también haciendo un juego de palabras. Sus seguidores contestan entregados: "¡Abdullah, Abdullah!".


Rassoul, el candidato gris


Zalmai Rassoul es la antítesis. Es el candidato más occidentalizado, pero también el más gris y el que genera menos entusiasmo. En sus mítines electorales los organizadores tienen que animar al público a aplaudir porque de lo contrario no lo haría, y él suele leer sus discursos dando una imagen de total inseguridad. Es un personaje desconocido hasta el punto que en sus mítines reparte un folleto con su biografía. Se sabe que fue ministro de Asuntos Exteriores de Hamid Karzai hasta el año pasado, cuando dimitió para concurrir a los comicios, y que no participó en la guerra.

Su eslogan es "igualdad, justicia y construcción". Se presenta con el hermano de Masud, el tayiko Ahmad Zia Masud, y la hazara Habiba Sarabi, gobernadora de la provincia de Bamiyán durante años y un de las tres únicas mujeres que concurren a los comicios. Eso le puede hacer ganar el voto femenino, pero no le garantiza el tayiko ni el hazara.

Su principal baza es que es el candidato oficial de Hamid Karzai, que ha puesto toda la maquinaria del Estado a su favor. Incluso el hermano del presidente afgano, Qayyum Karzai, que inicialmente se presentaba como candidato, abandonó la carrera electoral para apoyarle. Como Karzai, Rassoul es pastún y originario de la provincia de Kandahar.

Ahmadzai, el más carismático


Ashraf Ghani Ahmadzai también es pastún y, en consecuencia, el principal rival de Rassoul. El voto en el sur de Afganistán, de población de esa etnia, se repartirá entre estos dos candidatos. No obstante, Ahmadzai tiene un plus: es el candidato más carismático. Sus discursos no tienen desperdicio: cambia el tono de voz, se enfada, grita y habla con ímpetu. Sabe ganarse el favor del público. Además, Ahmadzai fue ministro de Finanzas y trabajó para el Banco Mundial. Se le considera un intelectual que puede resolver los problemas económicos del país y el candidato más preparado. Su eslogan es "cambio y continuidad".

Tiene una debilidad: sus compañeros de candidatura. Se ha aliado con un prominente señor de la guerra acusado de crímenes contra la humanidad, el uzbeko Abdul Rashid Dostum, que le garantizará el apoyo de los electores de esta etnia, pero la aversión de las otras. Su otro segundo es un hazara, Mohammad Sarwar Danish, con lo que no cuenta con ninguna figura tayika destacada en su candidatura. (El Mundo)