miércoles, 9 de abril de 2014

abril 09, 2014
VERACRUZ, México, 9 de abril.- La iglesia católica fijó su postura en contra de la Ley de Sociedades de Convivencia y asegura que la iniciativa del partido Movimiento Ciudadano, no representa un signo de progreso y modernidad. Además, rechaza el matrimonio entre personas del mismo sexo y lamenta que la propuesta de Ley se pretenda analizar justo en Semana Santa.  


“Esta iniciativa de ley no representa un signo de progreso y modernidad. Lo que necesitamos de nuestros legisladores son iniciativas y reformas que logren abatir el desempleo, la pobreza y la inseguridad que se han convertido en los principales flagelos del presente. En estos temas esperamos el mayor desgaste en el Congreso y la llegada de propuestas trascendentes”, precisa la iglesia.

A través de un comunicado dirigido a los legisladores del Congreso de Veracruz y a la sociedad en general, la arquidiócesis de Xalapa, sostiene su postura de rechazo al “matrimonio entre personas homosexuales y la adopción de niños por parte de estas parejas”, por considerar que este tipo de iniciativas mina las bases de la familia y busca redimensionar la institución del matrimonio.

Señala que la sociedad debe su supervivencia a la familia fundada sobre el matrimonio, que el hombre y la mujer, dentro de la familia, ejercen un rol procreativo- educativo y que, la unión homosexual cambiaría radicalmente lo que hoy se entiende por familia.

“La consecuencia inevitable del reconocimiento legal de las uniones homosexuales sería la redefinición del matrimonio, es decir, la transformación de las relaciones familiares en simples relaciones socio-asistenciales o sexuales, produciendo un impacto negativo en el ecosistema de la familia conyugal”, enfatiza.

La arquidiócesis de Xalapa destaca que al permitir la adopción se estaría negando al niño la experiencia de la maternidad y paternidad y no se estarían brindando los componentes necesarios para su desarrollo psico-afectivo. “La adopción debería ocuparse del bien y de la educación de los niños, y no de los supuestos derechos de quienes deseen adoptar”.

Asimismo, la iglesia católica asegura que oponerse no significa discriminar, que su posición es consecuente con el pensamiento que permite reconocer el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, “estas uniones no se pueden llamar y no se pueden equiparar al matrimonio, pero respetamos las decisiones que las personas homosexuales puedan tomar en su vida y reiteramos nuestro aprecio a todas ellas”.

Considera que con la iniciativa no se corrige ninguna discriminación y que todos tienen derecho a contraer matrimonio, pero con una persona del sexo opuesto tal y como la ley natural lo establece. “Si alguien, por lo que sea, no quiere o no puede hacerlo, habrá que respetar su decisión. Pero esto no se puede considerar matrimonio”.

Por ello, las autoridades católicas hacen un llamado a los legisladores veracruzanos a quienes les recordó que “representan apenas cuantitativamente al pueblo”, pero en distintas situaciones han reflejado no representarlo de manera cualitativa, ya que no siempre proyectan en su actuación parlamentaria los valores del pueblo.

Expresa que estos temas no se deben resolver desde el autoritarismo o el abuso de poder ni de acuerdo a modas o para cuidar exclusivamente los objetivos particulares de sus partidos, que en ocasiones destaca el comunicado, se mueven por intereses clientelares y caprichos de sus líderes o intereses económicos de los grupos que los respaldan.

Señala que este tipo de temas requieren de mucha disposición y voluntad para escuchar a todos los interesados, buscando verdaderas alternativas para no satanizar, descalificar o ridiculizar a los que piensan de manera diferente.

“Nosotros también pedimos tolerancia respecto de nuestra manera de ver la vida y precisamente porque nos presentamos fundamentando nuestra postura. No hablamos por consigna o porque nuestros pastores nos den línea al respecto, sino fundamentados en nuestro sistema de pensamiento. La tolerancia que piden los grupos políticos que respaldan esta nueva legislación no puede convertirse en intransigencia y persecución para quien no piense como ellos”, sostiene la iglesia católica. (Comunica Networks)