martes, 15 de abril de 2014

abril 15, 2014
KOTDWARA, India, 15 de abril.- "No soy ni hombre ni soy mujer: soy transexual. Este es un gran día para las personas como yo en India. Seremos aceptados por lo que somos", asegura Kiran, tras conocer la noticia. El Tribunal Supremo de India reconoce desde este martes a las personas transexuales como el tercer sexo diferente del femenino y al masculino, una medida que pretende acabar con su discriminación en un país en el que, sin embargo, las relaciones homosexuales son ilegales. "Los transexuales son también ciudadanos de este país. Es derecho de todo ser humano escoger su género", asegura el veredicto, en el que se añade que es un cuestión de "derechos humanos".
Comunidad transgénero en la India. (AFP)

El máximo organismo judicial indio ha pedido también al Ejecutivo que considere a los transexuales como un grupo "social y económicamente subdesarrollado" y que reserve trabajo público y plazas en centros educativos para ellos, como hace con otras minorías. "El espíritu de la Constitución es proporcionar oportunidades iguales a cada ciudadano para que crezca y alcance su potencial sin importar su casta, religión o género", se explica en la sentencia. En los documentos oficiales tendrá que aparecer la opción para identificarse como alguien del tercer género. Por ahora solo era posible elegir "otro", además de femenino o masculino en el registro para electores. "Era muy incómodo y vergonzoso tener que escoger uno de los géneros que no sentía como mío en todos los documentos", dice Kiran.


No hay estimaciones oficiales de cuántos transexuales hay en India. Precisamente este ha sido uno de los problemas para organizarse y exigir sus derechos, coinciden los activistas. Algunas estimaciones hablan de entre uno y dos millones de hijras (nombre en que se conoce a los travestis, transexuales y eunucos en el subcontinente).

Este colectivo sufre una gran discriminación en el país asiático y muchos no tienen más opción que dedicarse a la prostitución o la mendicidad al ser rechazados por la sociedad y sus familias. La sentencia del Supremo incorpora este grupo al sistema de "discriminación positiva" que desde 1950 reserva puestos de trabajo público y en universidades para los miembros de castas bajas. "Esta ley, además de darles derechos, ayudará a cambiar poco a poco la mentalidad y que sean cada vez más aceptados socialmente", asegura Anjali Gopalan, directora de la Fundación Naz, una reconocida ONG que trabaja por la salud sexual.

La discriminación en India hacia los transexuales empeoró durante la colonia inglesa, ya que antes había menos tabúes en su contra. Hay referencias a transexuales en libros antiguos y sagrados como el Kamasutra, el Ramayana y el Mahabarata. Anjan Joshi, trabajador social de la ONG SPACE —que trabaja con lesbianas, gais, transexuales y bisexuales—, ha explicado a Efe que el desprecio social y familiar es tal que cada invierno recogen "cinco o seis transexuales muertos en las calles por el frío" y que en ocasiones incineran ellos mismos los cuerpos ya que los familiares no quieren saber nada. El caso se presentó ante el máximo organismo judicial indio por un grupo de activistas, entre los que se encuentra Laxmi Narayan Tripathi, un conocido transexual que participó en una edición del Gran Hermano indio.

En el Mahabarata, el mismo dios Khrisna toma la forma de una mujer para casarse con Aravan antes de que este se entregue en sacrificio a Kali, la diosa de la destrucción, para que gane el bien sobre el mal. Por eso muchos hijras se creen consortes de Aravan y de alguna forma la encarnación de Khrisna y creen que tienen poderes especiales.

La decisión del Supremo de India, similar a la tomada en Nepal en 2007 y en Bangladesh en 2013, ha sido en cierto modo una sorpresa porque el pasado 11 de diciembre dio un revés a la comunidad gay al no ratificar una orden que despenalizaba el "sexo en contra del orden natural". Así, indirectamente la homosexualidad volvió a ser un crimen que puede ser castigado con hasta 10 años de cárcel. Aunque esta medida ha sido aplicada en muy pocos casos, la comunidad gay asegura que es un arma de la policía para acosarlos. Anjali Gopalan, que apeló tal veredicto antigay asegura que estos juicios con veredictos tan opuestos se debieron a "jueces con diferente sensibilidad a los derechos humanos".

Rara vez se encarcela a una persona por mantener relaciones homosexuales, pero esta ley se utilizaba para extorsionar a gais, lesbianas y transexuales. La decisión de instaurar de nuevo este artículo penal de la época victoriana impuesto por los británicos en 1861 generó un gran descontento en el colectivo homosexual, que vio sus derechos limitados y se siente indefenso ante la ley. Con la decisión de reconocer a los transexuales como un tercer género no está claro del todo la aplicación del artículo 377. "Creemos que al ser un tercer género no será ilegal para ellos las relaciones sexuales como sí lo es entre los gais. Tenemos que estudiarlo", afirmó Joshi.

En este caso la tradición de las hijras ha jugado a favor de los transexuales. En el mundo Occidental los transexuales no tienen regulaciones específicas (o se les considera de acuerdo con su género de nacimiento, o con el social, como en España), informa Emilio de Benito. Alemania sí ha regulado la intersexualidad, estado en el que los recién nacidos no tienen rasgos sexuales secundarios determinantes, y se prefiere esperar a que el desarrollo del individuo le lleve a adoptar alguna de las dos identidades sexuales (o a seguir en el tercer estado). En otros países, como Francia, ese estado de indefinición se permite solo durante los primeros años de vida.

Laxmi Narayan, una de las caras más conocidas de la comunidad transexual, actriz, bailarina y una de las demandantes en este caso, ha asegurado a AFP que es una muy buena noticia para una comunidad que ha sufrido discriminación e ignorancia. Después de conocer la decisión, Narayan ha asegurado: "Hoy por primera vez me siento muy orgullosa de ser india". (Ana Gabriela Rojas / El País)