miércoles, 26 de marzo de 2014

marzo 26, 2014
BERLÍN, Alemania, 26 de marzo.- Recién descorchada la primavera, el Bayern se convierte en el campeón más rápido de la historia de la Bundesliga, coronado cuando faltan siete jornadas para el final (a falta de seis lo hizo el año pasado su antecesor, Jupp Heynckes). Tras conquistar el triplete al frente del conjunto bávaro (la Liga, la Copa y la Champions) y retirarse poco después a descansar, Heynckes dejó un legado inigualable si no fuera porque su sucesor, Pep Guardiola, de 43 años, se ha empeñado en mantener el pulso.

A los 43 años, Guardiola sumó en Berlín el 17º título como entrenador tras ganar 14 con el Barcelona (2008 y 2012). Con un vínculo que lo relaciona con el club bávaro hasta 2016 y el título de liga debajo el brazo, expresó que es hora de "disfrutar un poco", aunque pretende seguir ganando y deberá trabajar duro. Ya consiguió lo más importante, estampó su sello. (AFP)

En la Liga y sin contar la victoria de este martes en Berlín ante el Hertha (1-3, Kroos, Götze y Ribèry; Ramos para los berlineses), los números de Pep superan en todo a los de Jupp tras 26 jornadas (cinco puntos y siete goles más a favor), pero sobre todo en lo referente a la esencia del entrenador catalán, la posesión del balón. La pelota pertenece al Bayern en un 71% de media, un 7% más que el curso pasado. Eso se traduce en 2.915 pases más: de 15.824 a 18.824.


A falta de siete fechas para que termine la Bundesliga 2013-2014, el Bayern Múnich se coronó bicampeón al vencer como visitante por 3-1 al Hertha Berlín.(Getty Images)

Un cambio simbolizado por Thiago Alcántara, el mediocentro hispano-brasileño fichado del Barça en verano pasado por de 25 millones, que empezó a jugar en noviembre, tras superar una lesión de menisco de la rodilla, justo en la victoria en el Iduna Park ante el Borussia Dortmund (0-3), descartado desde ese momento. El rodillo económico del Bayern, arrebatándole a su máximo rival primero a Götze y para el próximo ejercicio a Lewandoski, ha abierto un abismo en la Bundesliga.

Thiago emergió y con un 82,5% de precisión en los servicios en el último tercio del campo entra en el podio de esa clasificación de la Bundesliga, tan solo superado por dos de sus compañeros en el Bayern, Tony Kroos (84%) y Schweinsteiger (83%). Su gol de chilena al Sttutgart marcó la cima de un jugador impresionante en su debú en la Bundesliga, comparado por su dominio de la escena con Franz Beckenbauer, presidente honorífico del Bayern. Y uno de sus críticos más afilados. “Con tanto pase, el Bayern acabará aburriendo como el Barcelona”, dijo Beckenabuer después de que Pep hubiera regañado a Schweinsteiger por haber disparado en vez de pasar en un choque de Champions contra el Arsenal. “Beckenbauer no es una leyenda; es la leyenda”, le aduló Pep, consciente de la conveniencia de llevarse bien con el Káiser.


Guardiola ha querido dejar su sello en la medular, a pesar de que se le acumularon las bajas en esa línea al principio de curso y tuvo que improvisar. Toda la vida de lateral, Lahm pasó a actuar de mediocentro y, pese a sus reticencias iniciales, acabó disfrutando de participar tanto del festín, al tiempo que daba minutos en el lateral derecho a Rafinha, que ha vuelto a su vez a la selección brasileña. Al final, recuperados los lesionados Thiago y Schweinsteiger, el excedente en el centro del campo ha supuesto que Javi Martínez haya retrasado su posición al centro de la zaga, donde ha compartido titularidad con Dante ocupando el lugar de Boateng. La defensa, fortísima, ha recibido solo 12 goles (11 a estas alturas del año pasado) gracias también al impecable estado de forma del portero Neuer.

En el ataque, los 17 tantos de Mandzukic apagaron el debate sobre la intención de Pep de jugar con un falso 9. A veces lo hizo con Müller y otras con Götze, pero la opción más resolutiva resultó la del ariete croata, máximo goleador de la Bundesliga. Respecto a su ejercicio pasado en el Dortmund, Götze ofrece una tarjeta similar: ocho tantos y seis asistencias. Antes del choque de ayer en Berlín, el Bayern había sumado 76 goles a favor, siete más que a estas alturas de la campaña pasada.

Tras perder la Supercopa alemana con el Borussia apenas haber tomado posesión del cargo, Guardiola se quitó una losa de encima cuando remontó poco después al Chelsea en la final de la Supercopa de Europa (providencial el tanto de Javi Martínez sobre la campana, propiciando la prórroga y el triunfo bávaro). Después conquistó el Mundialito de Clubes en Marruecos ante el Raja de Casablanca, segundo título en el bolsillo. La Liga es el tercero y le quedan dos opciones más. Disputa la semifinal de la Copa germana ante el Kaiserslautern el 16 de abril. Y en la Champions le espera el Manchester United en Old Trafford el 1 de abril en los cuartos de final.

El Bayern pulveriza todos los récords, incluso los de la época de los setenta (Maier, Beckenbauer y Müller). Suma 19 victorias consecutivas y está invicto desde hace 52 jornadas, en 63 consecutivas marcando. Le quedaría llegar sin perder al final del campeonato, algo inédito en la historia de la Bundesliga. Aunque Guardiola, a partir de ahora, dará prioridad a las otras competiciones. Y utilizará la Liga como campo de pruebas.(El País)