domingo, 9 de marzo de 2014

marzo 09, 2014
TURÍN, Italia, 9 de marzo.- "Las maté para evitarles un futuro de desesperación", dijo a la policía Edlia Dobrushi, de 38 años, la mujer de origen albanés que esta mañana, justo antes del amanecer, mató a cuchilladas a sus tres hijas: Sidni, de 3 años; Kesi, de 10, y Simona, de 13. Dieron la alarma a las 6:30 los vecinos, quienes fueron despertados por los gritos que provenían de la habitació de la familia, un pequeño apartamento en un condominio popular en la calle Bérgamo, en Lecco, una avenida en las afueras de la ciudad lombarda.

Después de horas de interrogatorio, la mujer -dijo el comandante provincial de la policía en Lecco, el teniente coronel Rocco Italiano- afirmó haber matado a sus chicas: "Sono stata io". (ansa)

La terrible escena que encontraron los equipos de rescate y los carabineros: el pequeño apartamento de la tragedia cubierto de sangre. Y afuera la mujer, en estado de shock, con heridas de arma blanca en las manos, el abdomen y el cuello.


Sus tres niñas yacían en la cama, donde su madre las colocó después de matarlas. Es probable que la hija mayor, Simona, inscrita en octavo grado, haya tratado de oponer resistencia.

La encontraron en las escaleras del edificio, fuera del pasillo, con las manos alrededor del cuello manchado de sangre.(ansa)


Su padre, Bashkim Dobrushi, no estaba allí, se había ido ayer por la mañana en coche a Bari para embarcarse hacia Durrës (Durazzo en italiano), ciudad de Albania. El hombre ignoraba la tragedia, de la que fue advertido por la policía albanesa cuando apenas ponía pie en su tierra natal.

La pareja se había separado formalmente en septiembre y febrero habían firmado la separación oficial en la corte. Sin embargo, de acuerdo con amigos y colegas, Bashkim continuó frecuentando a sus hijas, acompañándolas siempre que podía a la escuela, y jugaba con ellas. Metalúrgico en una empresa ubicada en Olginate (provincia de Lecco), el hombre había vivido en Italia durante más de 15 años y le había confiado a sus colegas que se había separado de su esposa porque mostraba signos de depresión y desequilibrio. Pero nada le hizo sospechar una tragedia. Tan es así, que tomó dos semanas de vacaciones para ir a ver a su anciana madre en Kukes (una pequeña localidad albanesa en la frontera con Kosovo), para explicarle las razones de su divorcio. En los últimos meses, Bashkim se había mudado a casa de su hermano, a trescientos metros de la casa de su familia, proveyendo regularmente a su manutención.

El arma fue un cuchillo de cocina. Los restos de sangre estaban por toda la vivienda y las tres niñas murieron en diferentes habitaciones, afirman los investigadores, aunque los cadáveres fueron encontrados en la cama matrimonial. (ansa)

La madre ahora está en cuidados intensivos en el Hospital Manzoni de Lecco, porque se infligió heridas que se consideran graves. El cargo es por asesinato múltiple y se le someterá a un examen psiquiátrico. (La Stampa / La Repubblica / Traducción de Libertad de Expresión Yucatán)