domingo, 9 de febrero de 2014

febrero 09, 2014
GINEBRA, Suiza, 9 de febrero.-Los votantes suizos apoyaron el domingo por poco margen una propuesta de ley para limitar la inmigración en la república alpina, un golpe al gobierno luego de que advirtió que esa iniciativa podría perjudicar a la economía suiza y las relaciones con la Unión Europea.

La televisora pública suiza SRF informó que el 50.3% del electorado respaldó la propuesta del nacionalista Partido Popular de adoptar cuotas en todo tipo de inmigrantes. Aproximadamente el 49.7% votó en contra del plan. La diferencia entre ambas partes fue inferior a los 30,000 votos, con una participación del 56% de votantes.

Los suizos han decidido en referéndum volver a limitar la entrada de ciudadanos de países de la Unión Europea (UE) a su mercado laboral, a través del establecimiento de cuotas anuales que deberán aplicarse de aquí a tres años. (Reuters)

El resultado significa que el gobierno tendrá que renegociar los tratados forjados cuidadosamente con la Unión Europea sobre la libre circulación de trabajadores. Hasta ahora, los ciudadanos de casi todos los países de la UE podían vivir y trabajar en Suiza sin apenas formalidades, mientras que los ciudadanos suizos podían hacer lo mismo en las 28 naciones del bloque.


Hace dos años Suiza adoptó cuotas para los inmigrantes de ocho naciones de la Europa central y oriental, medida muy criticada por la UE. Antes del referéndum del domingo, los grupos empresariales advirtieron que muchas de las 80,000 personas que se trasladaron a Suiza el año pasado son vitales para la economía del país, por lo que reducir la inmigración más podría costar igualmente el empleo de ciudadanos suizos.

Los resultados oficiales de todos los cantones suizos indican que la iniciativa denominada "Contra la migración en masa" ha sido aceptada por un 50.3 por ciento de los votos. El referéndum ha obtenido la doble mayoría necesaria: la de los cantones y la de los electores. (AFP)

"Siempre pensamos que el argumento sobre puestos de trabajo convencería a la gente", dijo el legislador Urs Schwaller, del centrista Partido Popular Cristiano, a SRF. "Es obvio que no fue suficiente".

Schwaller dijo que el gobierno suizo tendrá que iniciar ahora una ofensiva diplomática y explicar a la UE que sus manos están atadas por el referéndum, al mismo tiempo que intenta evitar las sanciones de Bruselas.

"Debemos demostrar a la Unión Europea que somos un socio fiable", agregó.

La nueva propuesta obliga al gobierno a elaborar un proyecto de ley que amplíe las cuotas a los inmigrantes de Europa occidental, pero que limite los derechos de todos los extranjeros a traer a sus familias o acceder a los servicios sociales suizos.

Casi un cuarto de los 8 millones de personas que viven en Suiza son extranjeros, debido en parte a la saneada economía helvética y a los salarios elevados.

Según la estadísticas oficiales, unas 500,000 personas son musulmanas, muchas de ellas antiguos refugiados que huyeron a Suiza durante la guerra de los Balcanes en la década de 1990. Solamente una minoría de ese grupo practica su religión.

En un referéndum local en la municipalidad oriental de Au-Heerbrugg, los votantes decidieron prohibir que las musulmanas se cubrieran la cabeza con pañuelos en las escuelas de enseñanza primaria. (AP)