domingo, 9 de febrero de 2014

febrero 09, 2014
CIUDAD DEL VATICANO, 9 de febrero.- Tras la bendición dominical con el Angelus, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el líder católico recordó la manifestación deportiva.

“En estos días se desarrollan en Sochi, en Rusia, los Juegos Olímpicos Invernales. Quisiera hacer llegar mi saludo a los organizadores y a todos los atletas, con el deseo de que sea una verdadera fiesta del deporte y de la amistad”, dijo en italiano.


El papa Francisco provocó hoy el clamor unánime de los fieles congregados en la plaza de San Pedro para escuchar el tradicional Ángelus de cada domingo, a quienes preguntó si preferían vivir como "una lámpara encendida o apagada" y que respondieron con una ovación ante la pregunta del Pontífice. (EFE)

También aseguró que reza y está cercano a cuantos están sufriendo daños e incomodidades a causa de las calamidades naturales, en diversos países como también en Roma.


Advirtió que la naturaleza desafía a todos a ser solidarios y atentos al cuidado de la creación también para prevenir, en la medida de lo posible, las consecuencias más graves.

Por otro lado recordó que el próximo 11 de febrero la Iglesia católica celebrará la memoria de la Virgen de Lourdes y la Jornada Mundial del Enfermo la cual, sostuvo, es una oportunidad para poner al centro de las comunidades a las personas que sufren.

Llamó a imitar la actitud de Jesús hacia los enfermos, compartir con ellos el sufrimiento y abrir el corazón a la esperanza.

“Pienso en todos los trabajadores sanitarios: ¡Qué trabajo precioso! ¡Muchas gracias por este trabajo! Ellos encuentran cada día en los enfermos no sólo cuerpos marcados por la fragilidad, sino personas a las cuales ofrecer atención y respuestas adecuadas”, indicó.

Según Jorge Mario Bergoglio la dignidad de la persona no se reduce jamás a sus dificultades o capacidades, y no se degrada cuando la persona misma es débil, inválida o necesitada de ayuda.

“Pienso también en las familias, donde es normal hacerse cargo de quien está enfermo, pero a veces las situaciones pueden ser pesadas”, señaló.

“Tantas me escriben y hoy quiero asegurar una oración por todas estas familias, y les digo a ellas: ¡No tengáis miedo de la fragilidad! Ayudaos los unos a los otros con amor y sentiréis la presencia consoladora de Dios”, apuntó. (NTX)