sábado, 8 de febrero de 2014

febrero 08, 2014



Hasta el año de 1885 no se conocían en Yucatán más sistemas para sacar agua del subsuelo que el cubo, la soga y el carrillo, en la ciudad, y las norias en el campo.

Don Raúl Perón, de origen francés, recordando tal vez los molinos provenzales, pensó utilizar la fuerza del viento; quizás tuvo la visión profética de Mérida convertida en un prado de margaritas giratorias.

En consecuencia ideó un aparato al que llamó "VELETA DE ALAS MOVIBLES", cuyo diseño presentó al Gobierno de don Octavio Rosado, obteniendo un decreto que le concedía la exclusiva de su invento por el tiempo que prescribe la ley. Don Raúl mandó sus planos y su patente a los Estados Unidos, pero no gozó de su invento, porque la Parca le cortó el hilo, pero a poco empezaron a llegar los molinos de la "Aer Motor Chicago Co."... y su sueño se vio realizado.