jueves, 27 de febrero de 2014

febrero 27, 2014
PARÍS, Francia, 27 de febrero.- Crimea se ha transformado en pocas horas en el volátil desafío para el gobierno de la Nueva Ucrania y para la OTAN, después que Rusia admitió que esta “protegiendo” al ex jefe de estado ucraniano prófugo Viktor Yanukovich por razones de seguridad y el presidente ruso Vladimir Putin puso 90 aviones de combate en máxima alerta y patrullando la frontera con Ucrania.

No se sabe exáctamente donde está en Rusia el ex presidente Yanukovich, que lanzó un  comunicado y se proclamó “el único presidente de Ucrania”, que es atacado por “una orgía de extremismo” .

El presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, huyó de su país con su amante, Liubov Polezhay, y su mascota, un Pomerania blanco. (Fotos de Liubov y del perro, ver Facebook; de Yanukovich, AFP)

Un grupo de 50 ucranianos prorrusos armados tomaron esta madrugada la sede del parlamento regional en Simferopol, capital de Crimea, donde vive una población con el ruso como lengua materna, que se opone a la revolución de los pro europeos en Kiev. En su avance arrasaron a los pro Kiev, que habían rodeado el Parlamento, y fueron “la cabeza de playa” para lo que llegó pocas horas después.


Según testigos citados por diferentes agencias, llegaron a las cuatro de la mañana con camiones, tractores y autos, en ropa de fajina militar y con escarapelas negras y naranjas, el símbolo de la victoria rusa en la Segunda Guerra Mundial. Iban armados con fusiles de caza y pistolas. También ocuparon otros edificios del gobierno.

Durante  la mañana, la asamblea regional de Crimea llamó “a un referéndum por la autonomía” de esta región étnicamente diferente del sur de Ucrania, con el argumento de que el poder en Kiev está “en manos de una banda armada de radicales nacionalistas”.

El Presidium del Parlamento de Crimea considera que el único camino para salir de esta situación es  “la democracia directa” y “llamar a un amplio referéndum para determinar el futuro de la autonomía”. Una problable secesion o el escenario de una guerra civil flota sobre la nueva revolución.

En una nueva agenda rusa que se retracta de sus promesas de “no intervención” en Ucrania , la toma del parlamento en Crimea coincide con la protección rusa al ex jefe de estado, la proclama desde algún lugar de Moscú de que sigue siendo el único presidente de Ucrania y el desplazamiento de 150,000 tropas rusas en la fronteras más el alerta de 90 de sus aviones de combate.

“Yo me sigo considerando el jefe de estado legal de Ucrania”, dijo Yanukovich en un comunicado enviado a una agencia rusa. “Estoy obligado a pedir a la Federación Rusa que asegure mi seguridad personal de la acción de extremistas”, continuó.

“Ahora se volvió claro que la gente del sur de Ucrania y Crimea no van a aceptar el vacío de poder y la completa falta de ley en el país, con los jefes de los ministerios elegidos por una turba. En las calles de muchas ciudades de nuestro país es una orgía de extremismo”, dijo tras aclarar que él y sus ayudantes han sido físicamente atacados.

Un vocero ruso dijo que el pedido de Yanukovich “ fue satisfecho en el territorio ruso”. Rusia tiene 13,000 militares y la flota del Mar Negro en la ciudad ucraniana de Sebastopol , bajo un acuerdo de “leasing” con Ucrania, aprobado por el ex jefe de estado hasta el 2024.

No se sabe dónde Yanukovich se encuentra pero diferentes agencias certifican que lo vieran el miércoles en el Radisson Royal Ucrania de Moscú y después fue trasladado a un sanatorio, un resort de salud administrado por la presidencia rusa, en las cercanías de Moscú y la casa de fin de semana de Vladimir Putin.

El secretario general de la OTAN, Fogh Rasmussen advirtió a Rusia que cualquier acción en Crimea va a aumentar las tensiones y malos entendidos en Ucrania. “Yo estoy preocupado por los hechos en Ucrania”, dijo Rasmussen en un tweet esta mañana. “Pido a Rusia a no tomar ninguna acción que pueda escalar tensiones o crear malos entendidos”, dijo. Una preocupación que comparte con Gran Bretaña. El secretario de estado norteamericano John Kerry advirtió a Rusia que “esto no es Rocky IV”.

Las malas y las buenas noticias agobian a la Nueva Ucrania. La tensión en Crimea crecía cuando el Parlamento en Kiev ratificaba el nuevo gobierno y la canciller Ángela Merkel anunciaba en Londres que la Unión Europea ayudaría a la nueva gestión.

El presidente interino Aleksandr Turchynov, muy preocupado por una intervención militar rusa, advirtió que “cualquier movimiento de tropas” rusas fuera de su base en Sebastopol sería considerado “una agresión militar” por Ucrania.

El ministro del Interior interino Arsen Avakov anunció que la policía ucraniana ha rodeado los edificios tomados. “Se han tomado medidas para contrarrestar las acciones extremistas y no permitir que la situación escale en una confrontación armada en el centro de la ciudad”. Tiempo para cabezas frías, consolidación de fuerzas y acciones precisas”, dijo. Se declaró feriado en la ciudad para que la gente no vaya a sus oficinas a trabajar y corra riesgos. (Clarín)