sábado, 8 de febrero de 2014

febrero 08, 2014
MÉXICO, 7 de febrero.- Críticos mexicanos de la congregación de los Legionarios de Cristo expresaron hoy su recelo por la inédita petición de perdón por los delitos cometidos por Marcial Maciel (1920-2008), su fundador, un gesto que consideraron que no es del todo sincero.

Marcial Maciel Degollado.

"Yo creo que no hay verdadera reforma de fondo desde el punto de vista psicológico en las cabezas principales de la Legión de Cristo", dijo a Efe el exlegionario mexicano José Barba.

Su declaración surgió después de que los Legionarios de Cristo reprobaran hoy desde Roma los comportamientos "gravísimos y objetivamente inmorales" de Maciel y pidieran perdón a sus víctimas.

Barba explicó que "el Vaticano pide perdón cuando no le queda otra y además lo hace de una manera mezquina", como sucedió también el miércoles ante la reprobación que recibió del Comité de la ONU para la Niñez en relación con los casos de pederastia.

"Estamos ante gente que tiene 2.000 años de experiencia en saber salirse con la suya diciendo que tienen la verdad y que ellos son santos y los demás, todos pecadores y que no tenemos acceso porque el espíritu está sobre ellos y no sobre los demás", señaló.

Barba considera que una petición así "no suena a perdón sincero" y recomendó "ir muy despacio" con las valoraciones públicas ante una institución religiosa que, a su juicio, enfrenta una "enorme paradoja histórica".

Ésta consiste en que "ahora quiere, con un bisturí metafísico", separarse enteramente "de la personalidad de Maciel", su "mal ejemplo" y sus "delitos" pidiendo perdón públicamente, cuando en el pasado Maciel y la Legión eran indisociables.

En opinión del académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en el fondo el dilema ante la congregación tiene que ver con que su disolución "tendría costos altísimos en el Vaticano".

Por lo pronto, "una cantidad enorme de demandas de los mismos exlegionarios, de padres de familia, que le exigirían al Papa explicar por qué el fenómeno Marcial Maciel fue posible dentro de la Legión de Cristo, y por qué la Legión de Cristo fue posible dentro de la Iglesia", dijo Barba.

También se pronunció con dureza el exsacerdote Alberto Athié, quien ha trabajado con las víctimas de abusos de Maciel y otros legionarios en México durante años.

"Cuando hablan del caso Maciel como si fuera, en primer lugar, el único que cometió ese tipo de actos en contra de compañeros, discípulos de la Legión, eso es, y hoy lo sabemos, totalmente falso", explicó a Efe.

Dijo que Maciel construyó un modelo de congregación basado en el "sometimiento psicológico" de sus discípulos y del que fueron corresponsables otros dirigentes, sus "preferidos".

Maciel abusaba de jóvenes, "los convertía en ese momento en víctimas, los confesaba, los absolvía, les daba la comunión y luego, según las narraciones de varios, los convertía en cómplices suyos para que le trajeran a otros muchachos a la enfermería" para abusar sexualmente de ellos, agregó Athié.

Sobre la petición de perdón, estimó necesario ponderarla en el contexto del fallo emitido ayer por la ONU contra el Vaticano por los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.

"No hay que olvidar que lo peor que ha vivido la Santa Sede es el caso Maciel porque no es un caso local", advirtió.

Para Athié, es inocultable que el fundador de los Legionarios "estaba en Roma", "era Superior General" y "su congregación tenía muchísimo trabajo dentro de las instancias de la Santa Sede".

Por lo anterior, dijo, el daño que "causó con su equipo a su propia estructura, a su organización" y a la Iglesia católica es "estructural, de fondo, que le rompió la columna vertebral al sentido de misión de la Iglesia". (EFE)