jueves, 23 de enero de 2014

enero 23, 2014
Será en 2015 cuando se ponga la última piedra del inmueble que ocupa el número 432 de Park Avenue, que medirá 426 metros y será la mayor torre residencial de Nueva York y de todo Occidente. Las obras ocupan el lugar del demolido Drake Hotel, con instalaciones que incluyen hasta un centro de entrenamiento de golf. Si alguien duda de su excelencia, puede checar el ático, con seis habitaciones, siete cuartos de baño, librería… y un precio de US$95 millones. Abajo, el rénder de la obra.


Su belleza no será dictada sólo por la altura sino también por el refinamiento del diseño del arquitecto Rafael Viñoly. El edificio contará con 99 apartamentos de súper lujo. Los interiores son trabajados en detalle por la gurú del diseño de interiores, Deborah Berke. (La Repubblica)