martes, 14 de enero de 2014

enero 14, 2014
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 14-I-13

El fin de semana, el grupo de autodefensas, liderado desde el hospital por José Manuel Mireles, tomó varias poblaciones de la Tierra Caliente de Michoacán y quedó a unos kilómetros de Apatzingán, el bastión de sus rivales y acérrimos enemigos del gobierno, Los Caballeros Templarios.

En su avanzada, este grupo de autodefensas recibió apoyo del Ejército por tierra y de la Policía Federal por aire. Los Templarios prácticamente no opusieron resistencia.


Paralelamente, Los Caballeros Templarios, encabezados por Servando Gómez La Tuta, animaron y financiaron a colectivos ciudadanos para que protestaran contra las autodefensas recién llegadas y realizaran actos vandálicos como incendios de comercios y camiones. Hay, además, un tercer jugador en el terreno: reportes de inteligencia del gabinete de seguridad marcan que el cártel del narcotráfico Jalisco Nueva Generación ha impulsado a grupos de autodefensa para que también vapuleen a Los Templarios envueltos en la bandera ciudadana.

Así pues, en este momento, en Michoacán, existen tres conglomerados de civiles armados que reciben apoyo de entes más poderosos con raíces políticas y delincuenciales, que buscan tomar localidades y gobernarlas: unos están con el gobierno, otros con Los Caballeros Templarios y unos más con Jalisco Nueva Generación.

¿Cómo se llama esto en todo el mundo? Como no hay definición oficial, vamos a las experiencias internacionales:

En el Haití de 2004, un grupo de paramilitares auspiciados por el gobierno de Jean Bertrand Aristide —los tonton macoutes que heredó de sus antecesores— salieron a pelear en las calles de Puerto Príncipe contra las guerrillas opositoras financiados por ex militares sospechosos que buscaban el derrocamiento del presidente. Se llamó guerra civil.

En Siria, desde 2011, los opositores al régimen de Bashar al Asad, son algunos idealistas armados que se mezclan con muchísimos talibanes de Al Qaeda y mercenarios de otras naciones para hacerle frente al gobierno que emplea no sólo a su Ejército, sino cada vez más a escuadrones de la muerte para eliminar lo mismo a terroristas que a rebeldes revolucionarios. Se llama guerra civil.

En Egipto, a partir 2013, los grupos de choque del Ejército y los Hermanos Musulmanes son los que tienen a El Cairo bañado en sangre cada viernes en disputa por el poder político tras el derrocamiento del presidente Mohammed Mursi, electo democráticamente. Ya le llaman guerra civil.

Lo del estado de Michoacán, por tanto, es guerra civil: en lo que las élites mantienen sus discursos y estrategias, estos tres grupos de ciudadanos armados por entes más poderosos combaten entre sí en las zonas urbanas y en las rurales de Tierra Caliente.

SACIAMORBOS

Ni advertencia ni amenaza. Exhorto fue lo que lanzó el secretario de Gobernación a las autodefensas para que depusieran las armas y se volvieran policías. Las primeras voces ya les contestaron que no, que máximo les dan unos días para ver si los federales pueden con el paquete.