martes, 17 de diciembre de 2013

diciembre 17, 2013
MADRID, España, 17 de diciembre.- La historia ocurrida ayer por la tarde en el número 64 de la calle de la Verja de Usera hizo temblar a todo un barrio. Los vecinos se quedaron de piedra cuando se enteraron de que Benigna Herranz, una mujer muy popular en la zona de 90 años, llevaba varios días muerta sobre la cama. Más perplejos acabaron al saber que su hijo Leo, de 50 años, no había comunicado a nadie su muerte y que llevaba varios días conviviendo con el cadáver de su madre. Unos dicen que, al menos, había fallecido hace dos semanas y los médicos creían que podría haber muerto entre el lunes y el martes de la semana pasada.


Los agentes en la puerta del inmueble donde vivía doña Benigna Herranz. Se sospecha que su hijo pretendía seguir cobrando la pensión de su progenitora.

El caso es que los vecinos decidieron ayer por la tarde avisar a la Policía ya que llevaban varios días sin saber nada de la mujer. Además, todas las ventanas de la casa estaban abiertas y estaba puesto el aire acondicionado pese al frío reinante. Ambas circunstancias hicieron pensar a los vecinos que algo pasaba y que el hijo, conocido en el barrio por sus excentricidades y supuestas locuras, podría haber cometido alguna barbaridad. «Todos los días decía a la madre a gritos que la iba a matar y, al no verla desde hace una semana, decidimos llamar a la Policía por si había ocurrido algo», añadió César, el vecino que viven en el bloque anexo al de la fallecida.


No contestó a los policías

Sobre las 17.30 horas los agentes de la comisaría de Usera se presentaron en la casa y llamaron al timbre. Tras la puerta les contestó el hijo diciendo que no sucedía nada extraño. Pero los policías insistieron en que querían saber dónde estaba su madre.

A continuación, los funcionarios amenazaron con echar la puerta abajo si no abría pero finalmente el hombre dio la vuelta al pomo. Recibió a los agentes cuchillo en mano y amenazándoles. «Ha habido gritos y al final sabemos que le han reducido ya que llevaba un cuchillo», relató una vecina.

Los agentes revisaron la casa y hallaron el cadáver de la mujer en la cama de su habitación tapado con unas mantas. El hombre fue detenido y conducido a la comisaría de Usera-Villaverde.

En un principio, se indicó que la mujer había fallecido de forma natural, aunque ese extremo será confirmado en el día de hoy cuando se le realice la autopsia. El titular del Juzgado de Instrucción número 35 autorizó sobre las 19.30 horas el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense.

Cuentan las personas más cercanas a la fallecida que Leo era una persona muy problemática, especialmente con los vecinos de la casa y las fincas anexas. «A mí no paraba de amenazarme con que me iba a matar todos los días», señaló César, inquilino de la misma calle. «Estaba totalmente ido algunos días y salía a la terraza gritando 'soy Hitler y voy a acabar con todos vosotros'», apuntaba otro vecino.

"Perdía el control"

«Lo de este chico no tiene nombre. A veces perdía el control y se dedicaba a decir que iba a fusilar a todo el mundo y nosotros llamábamos a la Policía, que venía y no podía a hacer nada», agregó otro residente.

Benigna, la fallecida, tenía dos hijos, Leo y otra chica que era la que cuidaba de su madre. Desde que su hija falleció, la situación familiar empeoró. «La culpa de lo que ha pasado la tienen los jueces», recalcaba otro de los inquilinos del bloque. «Este chico debería estar encerrado hace tiempo en un psiquiátrico ya que un día sí y otro también bajaba blandiendo un cuchillo y amenazaba con cargarse a todo el mundo», apuntó una mujer.

El detenido, que no trabajaba y vivía de los ingresos de su madre, pasará a disposición judicial en las próximas horas. Los agentes no descartan que tratara de convivir durante mucho tiempo con el cadáver de su madre para cobrar la pensión. (El Mundo)

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