domingo, 8 de diciembre de 2013

diciembre 08, 2013



El Dr. D. Agustín O´Horán era un hombre muy observador, y en el examen de sus pacientes no dejaba pasar inadvertido el más mínimo detalle. Reconociendo una vez en el hospital a una al parecer enferma recién ingresada, mientras le tomaba el pulso, soltó de pronto la mano y salió de la sala diciendo a la enfermera que registrase de arriba a abajo a aquella paciente y volviese a informarle. A los estudiantes que lo seguían les dijo: "Apuesto a que ese bandido es macho"... A poco volvió la enfermera asustada confirmando aquella sospecha. ¡El doctor lo había conocido tan sólo por la forma de la muñeca!

Según se supo después, aquel tío se hacía pasar por mujer y vestía de mestiza para colocarse como sirvienta en las casas ricas y seducir domésticas, despojándolas de paso de tal o cual rosarito de filigrana.

0 comentarios:

Publicar un comentario