domingo, 29 de diciembre de 2013

diciembre 29, 2013
MÉXICO, 29 de diciembre.- El dolor en la articulación de la cadera (unión de la cabeza del fémur con la pelvis) o en las rodillas provoca que los movimientos de las personas sean limitados, las prácticas sexuales se vuelvan dolorosas y no sean placenteras, sobretodo en el caso de las mujeres, explicó en entrevista, Salvador Rivero Boschert, presidente del Colegio Mexicano de Ortopedia y Traumatología.

Imagen: http://es.123rf.com

Consultado tras presentar la Iniciativa Mexicana de Pacientes con Osteoartritis y Artritis Reumatoide, comentó que cuando se presenta algún problema en las articulaciones, las personas afectadas suelen modificar sus hábitos y prácticas sexuales para buscar opciones que les causen menos dolor.

De acuerdo con el ortopedista, esta situación no es exclusiva de la vida sexual de las personas, ya que, cosas tan comunes como subir o bajar una rampa o sentarse en una silla pueden convertirse en una actividad muy dolorosa.

Esta situación puede parecer ajena a la realidad de muchos mexicanos, sin embargo, subregistros de instituciones de salud han arrojado que en México hay una prevalencia de 10.5 por ciento de osteoartritis (inflamación de las articulaciones de la rodilla) y de 1.6 por ciento de artritis reumatoide (enfermedad crónica que provoca la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes) mencionó Rolando Espinosa Morales del Instituto Nacional de Rehabilitación.

El expresidente del Colegio Mexicano de Reumatología indicó se estima que para 2050 haya 10.84 millones de mexicanos con males en las articulaciones de las rodillas y casi dos millones con afectaciones en alguna articulación del cuerpo. Además, se prevé que en 2020, la osteoartritis sea la cuarta causa de discapacidad en México.

Al respecto, Rivero Boschert agregó que el impacto de la osteoartritis en los sistemas de salud y la economía podría aumentar debido a que la edad en que se presenta el padecimiento se ha reducido por debajo de los 50 años a causa de factores como la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta al país.

El caso de la artritis reumatoide es diferente, coincidieron los expertos, debido a que es una enfermedad autoinmune que se puede presentar desde etapas muy tempranas de la vida de la persona. A pesar de esto, también existe un subregistro debido a que muchas de las personas que la padecen acuden al médico en etapas muy avanzadas.

La iniciativa

Ante la carencia de un registro nacional de pacientes con problemas en las articulaciones y el impacto que éstas tienen en la salud de las y los mexicanos, los Colegios de Ortopedia, Reumatología y Medicina Interna de México se aliaron para conformar la Iniciativa Mexicana de Pacientes con Osteoartritis y Artritis Reumatoide con el objetivo de crear el primer registro en la materia.

Dicho registro, explicaron Rivero Boschert y Espinosa Morales, se realizará a partir de las bases de datos que elaboren 50 centros de salud de todo el país, en los cuales, se calcula, se atienden a más de 10 mil personas.

Con esta información, los especialistas pretenden conocer los patrones de este tipo de enfermedades en pacientes mexicanos así como establecer parámetros de atención, diagnóstico y tratamiento que respondan a la realidad nacional y no estén basados en experiencias de otros países.

Además, se buscará conocer las cifras reales de estos padecimientos en el país, el rango de edad en que presentan, las poblaciones con mayor prevalencia y las causas por las que las personas llegan en etapas tardías a los centros de salud, pues 95 por ciento de los casos tiene solución si se interviene a tiempo.

Como parte de la Iniciativa, comentaron, se busca crear una Norma Oficial Mexicana que establezca la obligatoriedad del registro de todos los casos de osteoartritis y artritis reumatoide en cualquier centro de salud del país, a fin de elaborar estadísticas más precisas y completas.

Uno de los primeros frutos de esta alianza es la inclusión en la Cartilla Nacional de Vacunación, a partir de 2014, de una radiografía de pelvis en menores de un año que ayude a conocer si el menor tiene alguna malformación o lesión, pues, comentó Rivera Boschert, a esa edad se puede remediar “sin hacerles prácticamente nada”. (Leonardo Bastida Aguilar para NotieSe)