domingo, 3 de noviembre de 2013

noviembre 03, 2013
SANGKHLABURI, Tailandia, 2 de noviembre.- A fuerza de oírselo decir, incluso por parte de sacerdotes y misioneros cristianos, se lo habían creído ellos mismos y luchaban sin miedo a las balas del enemigo. A los 12 años disparaban y mataban, lanzándose al ataque fusil en mano convencidos de que eran inmortales gracias a sus oraciones. No por casualidad sus seguidores se llamaban el Ejército de Dios, devotos hasta el sacrificio extremo a los dos gemelos legendarios de presunta naturaleza celestial, Luther y Johnny Htoo: los guerreros de Peter Pan.

Luther y Johnny Htoo a los 12 años comandaban a los rebeldes Karen en Birmania.

Cruzados de una guerra santa del pueblo cristiano Karen contra los invasores budistas birmanos, nacieron en una choza campesina durante una tregua entre las muchas guerras a lo largo de la frontera entre Birmania y Tailandia. Lucharon durante mucho tiempo a finales de los años 90, rodeados por el aura mágica de invulnerabilidad nacida de la devoción alimentada con misas y oraciones diarias antes de cada batalla. De los gemelos y su gesta se habló y escribió en todo el mundo, hasta que en 2001 el apoyo ofrecido a un grupo de independentistas aun más radicales puso fin a su carrera y muchos de sus compañeros encontraron una muerte violenta.


Durante un par de años Johnny y Luther vivíeron en un campamento de refugiados en la frontera, luego Luther dejó los trópicos hasta llegar al extremo frío en Suecia, en una casa cómoda, con la oportunidad de estudiar Economía e Historia, como ha contado de regreso a Tailandia durante una entrevista otorgada con su hermano a la Associated Press. El hermano, por "un engaño", dice hoy en día - terminó en manos de los birmanos. Las imágenes en que los vemos juntos, ahora de 25 años de edad, muestran dos personalidades diferentes, no sólo con respecto a la cara dura de cuando cargaban fusiles más largos que sus brazos, sino sobre todo a causa de la transformación que se ha producido en sus vidas. Mientras que Luther, acostumbrado a viajar y conocer a otras personas, se muestra cómodo, Johnny se esconde detrás de su hermano, que responde en su lugar.

Johnny, a la izquierda, y Luther Htoo, hoy, de 25 años de edad. Lither vive en Suecia y Johnny en Tailandia. (AP)

De hecho, Johnny ha pasado sin estudiar ni trabajar los años de separación, viviendo en el campo de refugiados cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania, mientras que su madre y una hermana se han trasladado a Nueva Zelanda, adonde Luther quiere llevar a su hermano, con un poco de ayuda. "Pero todavía hay un montón de gente con la que debo hablar para que pueda lograrlo", dice, revelando que su hermano se entregó a las autoridades en 2006 con la promesa de un trabajo, lo cual no ocurrió. De hecho, después cultivar campos de arroz, regresó a vivir entre los refugiados. Pronto la mayor parte de la guerrilla Karen depuso las armas y aceptó un cese el fuego con el nuevo gobierno de los ex militares birmanos, ahora orientados hacia la democracia.

En el restaurante tailandés donde se saludaron de nuevo tras quién sabe cuántos años, Luther lleva una elegante camisa tradicional Karen y unos vaqueros, un pendiente de plata en la oreja izquierda y dos en la derecha. Johnny tiene una camisa vieja donada por una organización caritativa, varias tallas más grandes, como cuando lo fotografiaron durante los años de guerra de guerrillas. Ante los reporteros, Johnny  parecía cansado ​​y nervioso, la sombra de aquel niño vivo con el pelo largo que fumaba cigarros y después de cada victoria en la batalla era cargado en hombros en señal de triunfo por sus compañeros devotos. En Tailandia, Luther dice que investigó el destino de sus compañeros: "desapareciaron en la nada" desde el día en que se entregaron a la policía tailandesa. "Sus esposas e hijos siguen esperando", dice. "Han pasado 13 años. Creo que todos han muerto".

Aceleró la disolución del Ejército de Dios y el fin del mito de los dos comandantes niños la entrada en el escenario de la guerra de la independencia de los "Vigorosos estudiantes guerreros de Birmania", un grupo de jóvenes rebeldes Karen que irrumpió en la Embajada birmana en Bangkok en 1999. El asedio duró poco y los atacantes fueron llevados al otro lado de la frontera por los militares tailandeses, al territorio controlado por los "gemelos divinos", que los acogieron atrayéndose la ira de los soldados tailandeses y birmanos. El fin de la invencibilidad de Luther y Johnny corresponde a la trágica conclusión de otra acometida de los "Vigorosos estudiantes", que en 2000 ocuparon el hospital provincial de Ratchaburi en Tailandia, lo que provocó represalias de los soldados reales. Diez atacantes fueron muertos por los militares, que disparon incluso contra quienes se rindieron, y muchos otros Karen murieron durante el bombardeo contra el cuartel general del Ejército de Dios.

Los gemelos se salvaron gracias a la fama de sus hechos y su popularidad en los medios de comunicación. Ninguno de los dos sueña retomar las armas, "a menos que nuestro pueblo vuelva a ser atacado", dijo Luther. A pesar del frío y la nieve -dice-, le encanta ir de nuevo a su pequeña ciudad a 300 kilómetros de Estocolmo, en Suecia, "ya que es un país en paz, donde nadie dispara y hiere a los otros." "Ahora que tengo miedo a morir -admite el ex niño guerrero-, ya no es divertido pelear. Nadie quiere pelear a menos de verse obligado a hacerlo". (La Repubblica / The New York Times)

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