miércoles, 20 de noviembre de 2013

noviembre 20, 2013
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 20-XI-13

Jesús Murillo Karam solía ser uno de esos políticos aguerridos, rudos, polémicos. Lo fue de legislador, de gobernador, en el cuarto de guerra de la campaña de Peña Nieto. Cuando se supo que el Presidente buscaba nombrarlo procurador General de la República se vislumbraba una gestión de mucho golpeteo.

Pero algo cambió en el ánimo del hidalguense —algunos dicen que una brutal enfermedad—, le moderó el tono, le restó beligerancia y, en su entorno lo señalan, empezó a hablar como un abuelo que aconseja, como un viejo sabio más que como un político en medio de la batalla.


El cargo de Jesús Murillo Karam es uno de los más poderosos del país. Uno de los más codiciados, por tanto. Como parte de la reforma política que el Partido Acción Nacional está a punto de canjear por la energética, se plantea la autonomía de la PGR. De aprobarse, esto implicaría la salida de su actual titular en un lapso de aproximadamente un año.


¿Quién sería el nuevo procurador? El que junte los votos en el Congreso. En el fondo, de eso se trata la pugna reciente entre la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Una pugna que tiene un caso coyuntural, una cortina de humo y una razón estratégica.

El caso coyuntural es el de la estudiante acosada sexualmente por un maestro de la Prepa 9. La CNDH emitió una recomendación acusando a la UNAM de sólo haber despedido al profesor, abandonando después a la joven y dejando al maestro libre de cualquier proceso penal merecido.

La UNAM, encabezada por el doctor José Narro Robles, rechazó las imputaciones y respondió que el presidente de la CNDH, doctor Raúl Plascencia Villanueva, está usando la explosiva denuncia para alentar su reelección, programada para finales del próximo año.

Ese es el caso coyuntural. La cortina de humo es la sucesión en la CNDH. Plascencia podría reelegirse, pero es esperable que cabildeen para ocupar su lugar el ex ómbudsman de la Ciudad de México Luis de la Barreda, y uno de los hombres más cercanos al rector, el doctor Luis Raúl González Pérez, abogado general de la UNAM, quien ya contendió por el cargo hace tres años y perdió frente al actual comisionado nacional.

Esa es la cortina de humo. En el fondo, hay una razón estratégica. La pugna es por un espacio de mucho mayor relevancia nacional: la PGR.

En algunos círculos cercanos al PRI y al PAN, el ómbudsman mexicano Plascencia Villanueva ha sido mencionado como una de las posibles cartas para la nueva PGR. Al mismo tiempo, ha suspirado siempre por ese cargo el secretario del Trabajo federal, Alfonso Navarrete Prida, perteneciente al grupo político que encabeza el rector Narro.

Esa es la disputa: It’s the PGR, stupid.

SACIAMORBOS

El paro de maestros de la CNTE en Oaxaca escandalizó al país: fueron 57 días sin clases que afectaron a un millón 200 mil alumnos. En Chiapas van ¡85 días! Un millón 100 mil alumnos desocupados. ¿Tienen que bloquear el aeropuerto del DF para generar indignación?

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