miércoles, 20 de noviembre de 2013

noviembre 20, 2013
Mark Berndt, que fue detenido en febrero de 2012, pasará los próximos 25 años de su vida en prisión. Juzgado por haber abusado sexualmente de sus alumnos, el profesor estadounidense se declaró culpable de 23 cargos en su contra.

Mark Berndt reconoció los hechos. (Reuters / Los Angeles Sheriffs Department)

El fiscal pidió 25 años de prisión en su contra. Mark Berndt, detenido en febrero de 2012 por pedofilia, no negó la evidencia en su contra en el juicio, informa Los Angeles Times. El hombre, de 62 años, maestro de escuela primaria en Los Angeles, está acusado de abudo sexual hacia algunos de sus estudiantes, con edades entre 7 y 10 años. La investigación comenzó en 2011, cuando un técnico de laboratorio responsable del desarrollo de sus fotos descubrió una imagen de naturaleza sexual. Después de un año de investigación, la policía finalmente había logrado reunir 400 fotos, todas ellas pertenecientes a la misma persona.


Además, los jóvenes estudiantes y escolares debían tener los ojos vendados. Según Mike Parker, el profesor explicó a los niños que iban a jugar un juego donde el objetivo era descubrir los diferentes gustos y sabores. Mark Berndt en realidad obligó a sus víctimas a tragar su esperma, untado en galletas o en cucharadas. "Sucedió en el salón de clases con sus alumnos --declaró en su momento el sargento Dan Scott- No se llevó a cabo en secreto. El único secreto era saber en qué consistía realmente el 'juego'."

El hombre era especialmente apreciado entre las familias. Los Angeles Times dice que también había sido invitado en varias ocasiones a los cumpleaños de los niños. Según la policía, los hechos se iniciaron en 2005. Sin embargo, el periódico informa que en 1994, el hombre ya se había enfrentado a una denuncia de una de sus alumnas, que lo acusó de haber tratado de "abrazarla". Una queja archivada por falta de pruebas.

Tras su detención, dos ex alumnas explicaron a la prensa que el profesor daba la impresión de estarse masturbando detrás de su escritorio cuando daba clase. Una de ellas añadió que cuando alertó a la dirección del colegio, le pidieron a ella y a dos de sus amigas que "dejaran de inventar historias." En 2008, un padre de familia también fue a quejarse al director después de que su hija le había traído a casa una foto tomada por el profesor en la que ella probablemente comía un pastel rociado con semen. Durante el juicio, algunos familiares de las víctimas dijeron que las vidas de sus hijos fueron "arruinadas" por este sórdido asunto. Algunos estudiantes sufren ahora de trastornos de la alimentación. (Paris Match)

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