viernes, 15 de noviembre de 2013

noviembre 15, 2013
PEKÍN, 15 de noviembre.- China relajará la política del hijo único autorizando a más parejas a tener un segundo vástago, y abolirá los campos de "reeducación mediante el trabajo" -donde cumplen condena miles de disidentes políticos- según anunció hoy el Partido Comunista de China (PCCh) a través de la agencia oficial Xinhua.

El régimen comunista además reducirá el número de crímenes punibles con la pena de muerte "paso a paso", señaló un comunicado del PCCh que recoge algunas decisiones tomadas en el plenario de sus líderes, celebrado del 9 al 12 de noviembre.


Así, se ha acordado que a partir de ahora las parejas puedan tener dos hijos si uno de los dos progenitores es hijo único, acabando de este modo con la política de hijo único impuesta hace décadas para limitar el rápido crecimiento de la población del país. Esa política es, entre otras cosas, responsable del infanticidio de decenas de miles de niñas -debido a la fuerte tradición en el campo de tener un hijo varón-, y de la tendencia demográfica en China que muestra ya un gran desequilibrio entre hombres y mujeres.


En todo caso el país mantendrá "la política básica de planificación familiar", señala el comunicado, que también habla de ajustes graduales en esa la ley del "hijo único". El nuevo criterio para poder tener un segundo hijo afectará de entrada de modo positivo a millones de matrimonios chinos.

Otro aspecto muy criticado al régimen comunista de China, la censura (especialmente en internet), no parece sin embargo que experimentará grandes cambios, ya que el comunicado anuncia "un fortalecimiento de la política de control de la opinión pública y las campañas contra los crímenes en la red".

Prohibir la tortura

En el caso de la abolición de los campos de trabajo (conocidos en China como "laogai") y la reducción de la pena de muerte, el documento del PCCh asegura que son pasos adelante para "mejorar la protección de los derechos humanos" y también los sistemas de corrección, castigo y reinserción de delincuentes. Además, el país "trabajará para prohibir la obtención de confesiones mediante la tortura y el abuso físico" y se pedirá a los tribunales que sean estrictos y no acepten evidencias obtenidas ilegalmente.

En un país donde muchos abogados suelen ser perseguidos por su defensa de los derechos humanos, el PCCh señala que los letrados "jugarán un importante papel en la protección de los derechos legales y los intereses de los ciudadanos" y sus derechos a la práctica legal "serán protegidos".

Guiño a la presión internacional
La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han criticado durante décadas al Gobierno chino por la imposición de trabajos forzados (en muchas ocasiones sin sentencia judicial), el extendido uso de la pena de muerte (también en delitos no violentos) o los abusos en la política del hijo único (abortos y esterilizaciones forzosas).

China es el país del mundo donde más ejecuciones se dictan (unas 3.000 anuales según Amnistía Internacional, aunque el Gobierno chino no ofrece datos oficiales al respecto por considerarlas secreto de Estado). (ABC)

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