viernes, 4 de octubre de 2013

octubre 04, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 4 de octubre.- Ayer por la noche, Repavih impartió la conferencia Resistencia: El efecto secundario silencioso, a cargo de Luis Barragán Valadez.

Luis Barragán (derecha) recibió un reconocimiento de Repavih tras la conferencia (foto: JMRM)

El orador explicó lo que puede llegar a suceder a las personas que son VIH positivas cuando sus medicamentos dejan de funcionar y cómo minimizar el riesgo de que el virus desarrolle resistencia a éstos.

Recordó que la meta de la terapia de VIH es mantener bajo el nivel del virus en la sangre y alto el de las células cd4 (defensas), además de mantener funcionando el tratamiento el mayor tiempo posible.

Explicó que el VIH en la sangre de la persona infectada puede cambiar (mutar), evitando así que una o varias medicinas funcionen como deberían. Cuando esto sucede, depende de los médicos modificar el tratamiento.

Barragán precisó que es el virus el que muta y puede desarrollar la resistencia, no el organismo del paciente, y que ésta no se puede deshacer ni revertir.


Recordó que algunos de los síntomas de una alta carga viral pueden ser cansancio, cambios de humor y apatía.

Indicó que una persona puede ser infectada con VIH que ya haya mutado en su portador y por tanto sea resistente a ciertas medicinas, y que también es posible que alguien que ya sea portador se reinfecte con otra variante del virus, por lo cual subrayó la importancia de que, aun siendo VIH positivo, la persona utilice preservativo, no comparta jeringas, agujas ni tintas para tatuajes.


El expositor explicó que el riesgo de que el VIH desarrolle resistencia se minimiza si el paciente toma sus medicamentos correctamente, tal como indique su médico, conoce todo acerca de éstos, planifica con anticipación, tiene en cuenta que la resistencia puede limitar sus opciones de tratamiento a futuro y cuenta con un equipo de apoyo y una buena actitud ante su situación.

Barragán, quien radicó por muchos años en Michoacán, expuso la lamentable situación de muchos migrantes que tienen que regresar de EE.UU. si son diagnosticados con VIH, y que debido a la cultura de esa región del país muchos simplemente se dejan morir, ya que siguen viendo al VIH como una sentencia de muerte. Aclaró que este mal no afecta únicamente a los homosexuales y que conoció muchos casos de hombres heterosexuales y mujeres casadas que regresaron a México tras salir positivos en la prueba o bien fueron contagiados por sus cónyuges. (JMRM)

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