martes, 29 de octubre de 2013

octubre 29, 2013
CAMPECHE, México, 29 de octubre.- Cerca de tres horas pasó el niño José del Carmen Ramírez Rivera “César” al quirófano en la Clínica San Miguel, donde le fue practicada la cirugía de reconstrucción intestinal, terminando con un calvario que ni el Hospital General ni el DIF fueron capaces de resolver.


La historia inició en marzo del año en curso, cuando el pequeño recibió cruel golpiza por parte de sus compañeritos del turno vespertino de la escuela primaria “Virginia Díaz Rivero”, según lo narró meses después: “Me patotearon los chamacos y después de que me patotearon se tiraron arriba de mí”.

El chaval se aguantó como los machos y no dijo nada a su mamá, hasta que fue internado de urgencia en el Hospital General, con una peritonitis que por poco le cuesta la vida, misma que fue causada por perforación del intestino grueso a consecuencia de la golpiza.

Sin embargo, en dicho nosocomio se limitaron a cortarle el intestino y dejarlo con una colostomía, por lo que vivía con los intestinos expuestos y una bolsa para defecar, lo que representaba un peligro constante para su vida, pero los médicos del Hospital General dijeron a la progenitora que “no hay manera de arreglarlo, tendrá que pasar la vida con colostomía”.

LO HACEN PÚBLICO

Fue el 26 de agosto que el Diario de los Carmelitas, al investigar las irregularidades en la escuela “Virginia Díaz Rivero”, descubrió este caso y de inmediato lo hicimos público. Las reacciones no se hicieron esperar, de inicio el DIF Municipal contactó a Ivet Rivera Juárez, ofreciendo ayudarla.

Dicho apoyo se concretó a llevar al pequeño al hospital de IMSS Oportunidades en Mamantel, donde luego de valorarlo le dieron cita para una semana después, pero en esa segunda ocasión los médicos dijeron no contar con los medios para operarlo.

A partir de eso, la madre con su hijo visitaron varias veces las oficinas del DIF Municipal, hasta que se cansaron de dar vueltas sin éxito, mientras que el procurador la Defensa del Menor, Carlos Augusto Ojeda Jiménez, dijo que se procedería legalmente contra los responsables, afirmando: “La mamá del niño en diversas ocasiones hizo del conocimiento a los directivos del plantel educativo la frágil salud de su hijo y, a pesar de eso, siguieron actuando en contra de un niñito y como resultado de esto, se dio una lesión severa a la salud del menor”.

Por su parte, el secretario de Educación Pública, José Martín Farías Maldonado, dijo: “El recreo corresponde a los alumnos y todo el personal de la escuela, directivos y maestros, deben estar atentos a los niños, toda vez que en el recreo los niños pueden correr ciertos riesgos, especialmente el riesgo del bullying”.

Sin embargo, los engranajes de la justicia se mueven muy despacio y el bienestar del pequeño no podía esperar, por lo que este medio no quitó el dedo del renglón, recibiendo respuesta de personas de buena voluntad, como un grupo de petroleros que tomaban cursos en el Cesic, invitaron a la mamá a llevar a su hijo, hablaron del caso con sus compañeros en las aulas y recaudaron una buena cantidad de dinero que dieron a la señora, para ayudarla, pues simplemente las bolsas de la colostomía son muy costosas.

Fue hasta el 18 de octubre, que el diputado Fito Magaña Vadillo, al enterarse por este medio sobre la situación que atravesaba el chavito, canalizó al menor a la clínica San Miguel, para realizarle los estudios y la cirugía que necesitaba, sin costo alguno.

INGRESA AL HOSPITAL

Finalmente, el viernes 25 de octubre, a dos meses de presentado el caso en estas páginas, José del Carmen Ramírez Rivera “César” fue internado por orden del doctor Leopoldo Cuahonte Flores, para luego de prepararlo, realizar la cirugía el día de ayer.

Fue después del mediodía, que “César” salió de la sala de operaciones para ser llevado a la habitación 205, que el médico informó a la angustiada madre que todo había sido un éxito y que pronto su hijo podrá vivir su infancia con toda normalidad.

Cansada, pero muy contenta al lado de su pequeño, Ivet dijo: “Solamente Dios pudo ser quien puso en mi camino personas de tan buen corazón, que han ayudado desinteresadamente a mi hijo, no sé cómo podría pagar lo que han hecho, especialmente al diputado Fito Magaña, que sin conocernos, ni ser de su familia, nomás se enteró en el periódico y de inmediato dio la orden para que lo atendieran, que Dios lo bendiga”.

CARTAS EN EL ASUNTO

Por otro lado, el segundo regidor Mario Hernández May dijo que existe negligencia por parte de las autoridades escolares, que buscará se aplique todo el peso de la ley, igual que a los padres de los menores agresores.

“Lo primero que vamos a hacer-señaló-es tener un acercamiento con la escuela, platicar con la persona encargada de la dirección y que nos platique su versión de los hechos, de ahí buscaremos platicar con el presidente de la comisión edilicia de la educación para determinar las cartas que se tomarán en esta situación”.

Indignado, manifestó: “No es válido que se desatiendan las direcciones de las escuelas, específicamente la Virginia Díaz Rivero, todas las escuelas de Carmen deben tener una responsabilidad real con todo el alumnado, porque la hora del recreo es para los niños y los maestros desatienden esa parte”. (Campeche Hoy)

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