jueves, 31 de octubre de 2013

octubre 31, 2013
Pedro Echeverría V.

1. Se ha hecho mucho ruido por el premio que será entregado, “postmorten”, al político callista Manuel Gómez Morín, creador y fundador del PAN. Formó parte del equipo de gobierno de Plutarco Elías Calles (11924-28) en el campo de la economía, las finanzas y los bancos habiendo sido uno de los fundadores del Banco de México y de la Comisión Nacional Bancaria. Luego durante el período conocido como “el maximato callista (1928-35)” fue rector de la Universidad Nacional de México. Sin embargo al llegar Lázaro Cárdenas al gobierno (1934-40), expulsar a Calles del país, decretar la expropiación de tierras, del petróleo y comenzar a hablarse de “socialismo”, inmediatamente fundó el PAN (1939) con el apoyo de terratenientes, clero y anticardenistas.

2. El gobierno de Cárdenas nada tuvo que ver con los principios del socialismo de Marx, con la revolución rusa de Lenin o con el gobierno de Stalin; sin embargo el nacionalismo cardenista que había roto relaciones con el dictador Franco, que había dado asilo a los españoles perseguidos, que había abierto las puertas a Trotski; la transformación del PRN en PRM en 1938; la fundación de la CTM con Lombardo, Velázquez, Campa y la creación de la CNC campesina; que se hable de una “escuela socialista”, por encima de todo que se decrete la expropiación petrolera (1938), provocó que las clases poderosas de banqueros, terratenientes, clero y todo tipo de agrupación anticomunista, se pusieran de acuerdo para crear el Partido Acción Nacional (PAN) anticardenista.

3. Obvio que cualquier rector cubre un cargo político; ningún rector ha sido electo directamente por la comunidad universitaria y aunque se disfrace como la elección presidencial de todas maneras son partidos, grupos o corrientes políticas, “poderes fácticos”, las que imponen. El premiado Gómez Morín era un callista y miembro destacado del “maximato”. Fue enemigo del cardenismo desde el momento que éste expulsó del país a Calles. Su defensa de la propiedad de los terratenientes, de los empresarios, del clero, fue una reacción ante la gran movilización que despertó la creación de la CTM y la expropiación petrolera. En Yucatán, donde Cárdenas creó ejidos colectivos en las tres cuartes partes de las tierras de los hacendados henequeneros, el PAN se fundó.

4. La lucha por la autonomía de la Universidad Nacional de México en 1929-33 fue sin duda una posición avanzada puesto que era una batalla contra el “maximato callista” que dominaba totalmente la política. Sin embargo, en ese mismo año, en el país se registra una fuerte movilización de masas provocado por el llamado “Plan Sexenal” que respondía a la necesidad de salir de la profunda crisis económica mundial de 1929-32 que buscaba la ampliación del mercado interno de consumo. Estudiar y comprender este periodo es esencial para entender lo que sería después el “cardenismo”. El PNR-PRM-PRI más o menos se adaptó a las circunstancias y sumó fuerzas; el PAN, por el contrario demostró totalmente su carácter conservador y reaccionario.

5. Gómez Morín, como un fiel seguidor del pensamiento de José Vasconcelos, llegó a hablar del “prestigio apostólico de la obra de Vasconcelos”, aconsejó que “tengamos bases educativas sólidas como las pensadas en el proyecto Vasconcelos hasta que una suerte de consanguinidad espiritual nos impulse a romper el individualismo y la violencia hasta crear una nueva generación que de sentido a la acción nacional”. Dentro de ese contexto coincidió Gómez Morín con Antonio Caso en la polémica que éste sostuvo con Lombardo Toledano en 1933, misma que se convirtió desde entonces en obligada consulta para los historiadores. La pregunta era: ¿Cuál debe ser la posición de la universidad frente al gobierno de Lázaro Cárdenas con características nacionalistas y progresistas?

6. Pienso de Gómez Morín, como Vasconcelos, Caso o Lombardo, no era un sabio ni era un tonto; todos ellos y más, fueron intelectuales de 1910-30 que aprovecharon sus posiciones para ser parte de la camarilla gubernamental. El que hayan recibido cinco o diez premios de reconocimiento no los hace más importantes o sabios que otros; es sólo la medida hasta qué grado han servido al Estado, a la iniciativa privada o a los partidos políticos. No son los premios los que hacen a los seres humanos sino su capacidad de servicio o la posición social. ideológica, filosófica, política, que mantengan a lo largo de su vida. Es totalmente consecuente que cada organización social: gobierno, partidos, en este caso capitalista, premie a quienes la han servido con mayor eficiencia. Peor aún si como en México, son tres partidos los que deciden –en nombre del país- sobre los que serán premiados. (30/X/13)

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