sábado, 14 de septiembre de 2013

septiembre 14, 2013
ESTADOS UNIDOS, 14 de septiembre.- La ONU ha confirmado este sábado que ha recibido los documentos de Siria para unirse a la Convención sobre armas químicas y que, dentro de 30 días (el plazo de rigor), el país ya estará bajo las normas de este tratado. Así, el próximo 14 de octubre, Siria formará parte de la Convención que prohíbe el uso de este tipo de armas, en vigor desde 1997 y que han rubricado 189 países.

Lugares en los que se cree que está el arsenal químico sirio (gráfico de El País)

La Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas (CWC) prohíbe la fabricación, almacenamiento y uso de armas químicas y prohíbe que sus signatarios ayuden un tercero a participar en la fabricación o uso de armas. Su aplicación, incluyendo la destrucción de las existencias, es supervisado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya (Países Bajos).

Los papeles llegan poco después de que Estados Unidos y Rusia hayan alcanzado un acuerdo para resolver la crisis de las armas químicas sirias, después de tres días de ásperas discusiones diplomáticas en Ginebra (Suiza).

Según explicaron el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, el Gobierno de Damasco tiene a partir de hoy una semana para presentar la lista completa de su arsenal tóxico, que debería ser puesto paulatinamente bajo control de las Naciones Unidas y luego retirado de la circulación a mediados de 2014.

De acuerdo con el plan, los inspectores internacionales volverán a Siria en noviembre y tendrán "derecho inmediato y sin limitaciones de registrar las instalaciones que consideren". "Y no habrá espacio para las maniobras o cualquier otra cosa que no sea una completa aplicación del tratado por el régimen de Bashar Asad", advirtió Kerry.

Las dos potencias han previsto igualmente la adopción de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el uso de la fuerza en Siria, basada en el artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas.

El ministro sirio de Reconciliación, Ali Haidar, ha respondido que los inspectores podrán acceder "fácilmente" a las instalaciones. "Creo que los inspectores internacionales podrán hacer su trabajo porque todas las instalaciones del Gobierno no son solo seguras, sino también accesibles", ha dicho Haidar. "Siria necesitaba de un alivio de la presión internacional. Queremos proteger a nuestro pueblo y no ser arrastrados hacia un conflicto impredecible con EEUU", apuntó.

Los rebeldes, por su parte, han rechazado el acuerdo. El jefe del opositor Ejército Libre Sirio (ELS), Salim Idris, aseguró que no frenará la lucha de contra el régimen de Bachar al Asad. "No estamos interesados en ninguna parte de la iniciativa porque nosotros no tenemos armas químicas. Mis colegas y yo continuaremos los combates hasta la caída del régimen", prometió en una rueda de prensa en Estambul transmitida por las televisiones árabes.

Horas antes, la Casa Blanca había manifestado que estaba dispuesta a renunciar a que se incluyera la mención del uso de la fuerza en la resolución de la ONU.

Presión de Obama

No se esperaba este sábado un comunicado tan rápido, que algunos comentaristas políticos atribuyen a la presión metida en el último momento por el presidente Obama en su discurso radiado semanal. "No vamos a tomar las declaraciones de Rusia y Siria por dinero en efectivo. Necesitamos ver acciones concretas que demuestren que Asad es serio acerca de renunciar a sus armas químicas", advirtió el mandatario estadounidense.

Obama recordó que había pedido al Congreso de EEUU que suspendiera de momento sus deliberaciones sobre una resolución para el uso de la fuerza en Siria y dijo igualmente que estaba dispuesto a darle una oportunidad a los esfuerzos diplomáticos, pero pidió a la comunidad internacional que permaneciera lista para actuar si estos fallaban. "Dado que este plan ha surgido sólo gracias a la amenaza creíble de una acción militar americana, vamos a mantener nuestras posiciones en la región para que no afloje la presión sobre el régimen de Asad", advirtió.

Reacciones internacionales

El anuncio del acuerdo ruso-estadounidense, que debería facilitar la organización de unas próximas conversaciones de paz Ginebra-2, fue acogido en París como "un avance importante".

El titular galo de Exteriores informó de que el lunes 16 se celebrará en París una reunión a tres bandas con EEUU y Reino Unido en la que se discutirá sobre el contenido y las condiciones del nuevo acuerdo. Fabius recalcó que su Gobierno tendrá en cuenta el informe de los inspectores de la ONU previsto para estos días sobre la masacre de de la periferia de Damasco para determinar su posición.

Por su parte, el ministro británico de Exteriores, William Hague, también ha recibido con satisfacción el acuerdo, que califica de "significativo paso adelante".

La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó, durante un acto de campaña electoral en Maguncia (oeste de Alemania), que el acuerdo de Ginebra aporta "un fragmento de esperanza", aunque advirtió de que a las buenas palabras deben seguir ahora los "actos".

En un comunicado, el Gobierno español expresó su satisfacción por el acuerdo y considera que debe traducirse en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que "evite y castigue futuros ataques".

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, confió en que el acuerdo alcanzado en Ginebra entre EEUU y Rusia para desmantelar las armas químicas sirias, "allane el camino" para alcanzar una solución política al conflicto. "Celebro el acuerdo logrado hoy entre Estados Unidos y Rusia para garantizar la rápida y segura destrucción de las armas y el programa químico de Siria", indicó la alta representante europea en un comunicado.

Ashton insistió a todos los socios de la comunidad internacional en la necesidad de apoyar la "rápida celebración de una conferencia de paz sobre Siria y de trabajar juntos para poner fin al sufrimiento del pueblo sirio". Además, destacó que las partes están comprometidas con finalizar los detalles del acuerdo y remitir el borrador de una decisión al Comité Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) en los próximos días. "Esto sentará procedimientos detallados para la diligente destrucción de material, el fin del programa de armas químicas y un proceso de verificación riguroso", indicó.

Asimismo, solicitó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que "asuma su responsabilidad acordando rápidamente una resolución que dé más autoridad a todo el proceso".

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su "escepticismo" sobre la voluntad del régimen de Damasco de desarmarse. "Es importante que las autoridades sirias apliquen lo acordado de manera sincera y exacta para probar su buena voluntad”, indicaba en una entrevista concedida a la emisora France 24 y emitida a primera hora de la mañana.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, calificó el acuerdo ruso-estadounidense para la destrucción de armas químicas sirias como un paso hacia la paz. "Este acuerdo debería proporcionar un impulso adicional a una solución política para poner fin al terrible derramamiento de sangre en Siria", dijo Rasmussen en Bruselas. "Es un paso importante hacia el objetivo de asegurar la destrucción rápida, segura y verificable de los arsenales de armas químicas de Siria. La cooperación completa e incondicional de Siria es ahora decisiva", agregó el jefe de la alianza atlántica.

Combates en Malula

Mientras, en Siria, la guerra civil prosigue ajena a las noticias que llegan de Ginebra, y esta mañana el ejército leal a Asad ha atacado a los combatientes rebeldes con el propósito de recuperar el control de la aldea cristiana de Maloula, cerca de Damasco, según ha filtrado a Afp un miembro de los servicios de seguridad.

"El ejército continúa su misión de Maloula. Todavía hay focos de terroristas en el norte de la aldea, el hotel As Safir y sus alrededores, así como en las colinas que rodean la ciudad", dijo la fuente.

Situada a unos 50 kilómetros al norte de la capital, Maloula es un enclave estratégico para los rebeldes, que están tratando de estrechar el cerco en torno a Damasco y amenazar la carretera principal que une la capital con Homs, una ruta de suministro clave para las tropas del régimen. (Juan Manuel Bellver para El País)

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