miércoles, 4 de septiembre de 2013

septiembre 04, 2013
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de septiembre.- El director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México (IAPA), Rafael Camacho Solís, admitió que la política prohibicionista de las drogas ilegales no ha logrado frenar el incremento en el consumo mientras y los costos en vidas humanas, sociales, económicas, de estigma e inseguridad, “son demasiado altos para una efectividad tan baja”.


Al participar en el Foro sobre políticas públicas en materia de drogas para la Ciudad de México, de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el funcionario consideró oportuno iniciar un debate colectivo informado, sin prejuicios morales y con argumentos basados en evidencia científica, sobre la regulación como un mecanismo de control sanitario contra la prohibición.

“Creo que es mejor regular que prohibir, pues nos permite tener control de todo el proceso, desde el cultivo, hasta el consumo y garantizar condiciones para que el Estado tenga los mecanismos suficientes para la observancia y la vigilancia estricta en el cumplimiento de las reglamentaciones y sanciones ejemplares”.

Advirtió sin embargo que la experiencia con el consumo de drogas legales como son el alcohol y el tabaco, exhibe la debilidad de las autoridades para hacer cumplir las leyes y reglamentos.

Precisó que se requiere de una mayor vigilancia y sanciones sin excepciones por la venta de alcohol a menores, por violar los horarios de servicio en establecimientos, por la falsificación y adulteración de bebidas. De igual manera en comercialización de tabaco a quienes lo venden a menores y expenden cigarros sueltos, a quienes no respeten los espacios 100 por ciento libres de humo y a quienes contrabandean con este producto, así como en los casos de los inhalantes, ya que no ha visto una sola tlapalería sancionada por venderlos a menores pero sí a estos usándolos.

Camacho Solis consideró que el Distrito Federal debería se rla primera entidad en aplicar el Convenio marco para el control del tabaco y la Estrategia de reducir el uso nocivo del alcohol, de la Organización Mundial de la Salud, que plantea el incremento de precios e impuestos para reducir el consumo y que a la fecha no ha utilizado ninguna entidad del país.

En su participación, el titular del IAPA expuso resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones, expuso que si más del 90 por ciento de la población no consumió drogas ilegales en el último año, la prioridad debe ser la promoción de la salud, medidas de prevención.

Señaló que se requiere un mayor presupuesto para acciones de prevención, para ampliar la cobertura en la totalidad de las escuelas de nivel básico y medio superior, así como con padres de familia en centros de trabajo, unidades habitacionales y otros puntos de en reunión, la formación de capital humano institucional y comunitario, así como para la detección temprana y canalización oportuna.

Explicó que sólo una de cinco personas con dependencia a drogas asiste a tratamiento, el promedio lo hace en un promedio de 10 años después y solamente el 1 por ciento al siguiente año de que inició el problema de adicción.

Dijo que en la ciudad existen mil 800 grupos y centros de atención para adicciones, el 80 por ciento son ambulatorios y sólo 20 por ciento residenciales que tendrían unos 9 mil lugares disponibles, de estos, el IAPA ha verificado 278, 60 están registrados y 22 tienen reconocimiento federal. Más de 90 por ciento de los centros son operados por la sociedad civil bajo modelos de ayuda mutua, es decir con personas con adicción recuperadas. (Bertha Teresa y Ángel Bolaños para La Jornada)

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