lunes, 2 de septiembre de 2013

septiembre 02, 2013
LONDRES, 2 de septiembre.- Hay periodistas a los que, pese a contar con una larga carrera profesional, se los recuerda por un solo hecho. Al veterano reportero británico David Frost, que murió a los 74 años, se lo asociará siempre con aquel irrepetible cara a cara con el ex presidente norteamericano Richard Nixon en 1977.

"Defraudé al pueblo norteamericano y tendré que cargar con eso durante el resto de mi vida", llegó a decir un Nixon entregado a la presión inquisitiva de Frost. Esa confesión del ex presidente tres años después de haber renunciado a su cargo por el escándalo del Watergate convirtió a Frost en una leyenda viva del periodismo.


David Frost: el periodista que puso contra las cuerdas a Richard Nixon. (clic a la imagen)
Tal fue el impacto de esa serie de entrevistas que 30 años después el dramaturgo Peter Morgan las llevó a escena bajo el título de Frost/Nixon , una obra que más tarde fue adaptada al cine.

Pero a Frost no le fue fácil conseguir esa confesión. De hecho, el periodista, que para entonces ya gozaba de gran prestigio como conductor de programas de radio, tuvo que esforzarse al máximo para sonsacar la célebre frase a Nixon.

El reportero había discutido con el ex presidente largo y tendido durante las sesiones de entrevistas, que se prolongaron durante doce días. Pero cuando los encuentros iban llegando a su fin, Frost se dio cuenta de que, a pesar de todas las horas de grabación, no tenía lo que deseaba: el mea culpa de Nixon.

Las entrevistas de Frost eran consideradas revolucionarias en su época por el carácter irreverente del periodista. Nixon, que trataba de recuperar su reputación tras la renuncia por uno de los mayores escándalos políticos en la historia de Estados Unidos, había elegido a Frost precisamente por ese perfil aparentemente menos agresivo que el de un corresponsal político. Pensaba que el periodista que había entrevistado a personajes como Louis Armstrong, Orson Welles o Groucho Marx, nunca lo podría poner contra las cuerdas. Se equivocó.

Al comienzo de las sesiones de entrevistas, Nixon reconoció algunos errores en su gestión del escándalo. Pero eso no fue suficiente para el reportero. Presionó al ex presidente y fue acorralándolo con una estrategia incisiva. Los norteamericanos, diría más tarde Frost, querían oír que admitiera actos indebidos y que reconociera un abuso de poder durante su etapa en la Casa Blanca. "A menos que lo confiese, el remordimiento lo perseguirá durante el resto de sus días", lo reprendió Frost.

Más tarde, el periodista británico explicaría que su comentario fue "totalmente improvisado".

"De hecho -añadió-, solté mi sujetapapeles para indicar que no estaba preparado de ninguna manera [?] En ese momento sólo sabía que Richard Nixon se encontraba en un estado más vulnerable que en cualquier otro momento de su vida y, por mi parte, yo sabía que debía hacerlo bien." Y lo hizo. La presión funcionó a la perfección.

Nixon ya había dejado para la historia una perla: "Si el presidente lo hace, eso quiere decir que no es ilegal". Pero la insistencia de Frost lo llevó a ir más lejos aún y dejar atónitos a los millones de espectadores que siguieron la entrevista, la más vista hasta entonces en la historia de la televisión norteamericana.

El arrepentimiento grabado del ex presidente dio la vuelta al mundo y convirtió a Frost en una celebridad. Su éxito lo llevó a la cima del periodismo. Fue el único reportero que entrevistó a los seis primeros ministros británicos hasta 2007 y a los siete presidentes de Estados Unidos entre 1969 y 2008. De su encuentro con Margaret Thatcher, fueron especialmente recordados los cuestionamientos que le hizo por el hundimiento del Crucero General Belgrano en Malvinas.

Se especializó en periodismo político en diversos programas en la BBC y más tarde en el canal en inglés de Al-Jazeera, donde dirigió un programa desde 2006.

"El objetivo de cualquier entrevistador es saber la verdad", escribiría sobre su experiencia con Nixon, del que señalaría: "Nixon y el Watergate son el asunto más complejo al que me enfrenté en mi carrera. Era para muchos un villano y para otros un héroe. Para todos, sigue siendo un enigma".

Nacido en Kent en 1939, Frost comenzó como conductor de programas de televisión cuando todavía era estudiante en la Universidad de Cambridge. A principios de la década de 1960, pasó a conducir el programa satírico de noticias de la BBC The Week That Was . Posteriormente, estuvo a cargo del célebre The Frost Report .

Murió anteanoche a bordo del crucero Queen Elizabeth, donde acababa de pronunciar un discurso sobre su carrera, según informó su familia a la BBC. Al parecer, murió a causa de un ataque al corazón. (AP)

0 comentarios:

Publicar un comentario