jueves, 12 de septiembre de 2013

septiembre 12, 2013
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 12-IX-13

De tanta insistencia despertó sospechas. Nada más llegaron los nuevos altos funcionarios de la PGR y algunos de sus colaboradores que permanecían en la dependencia desde el sexenio pasado les insistieron mucho en firmar el papeleo para pagar las recompensas a quienes dieron pitazos para capturar a narcos.

¿Por qué tanta presión? ¿Por qué tanta insistencia?, se preguntaron en el despacho de la subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales, Mariana Benítez Tiburcio. La preocupación ascendió hasta el procurador Jesús Murillo Karam.


La respuesta comenzó a delinearse unos días después durante la primera reunión que tuvo la nueva PGR con el gobierno de Estados Unidos. Un encuentro ríspido en el que los vecinos del norte presumieron que gracias a información que proporcionaron a la Marina, ésta pudo capturar al líder del cártel del Golfo, Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, en septiembre de 2012 (todavía durante la administración de Felipe Calderón). Por datos que llevaran a su arresto la PGR ofrecía 30 millones de pesos y Estados Unidos 5 millones de dólares.

Cuando en esa ríspida junta la DEA reveló que fueron sus reportes de inteligencia los que permitieron la captura de El Coss, los nuevos jefes de la PGR se quedaron sorprendidos: uno de los documentos que tanto les insistían en firmar era para pagar una recompensa millonaria a un informante que, según los documentos oficiales, había dado el tip sobre El Coss.

Sólo apoyados por su personal de mayor confianza, el procurador Murillo y la subprocuradora Benítez arrancaron la indagatoria interna. Sospecharon que estaban durmiendo con el defraudador.

Los primeros indicios apuntaron a la PGR de Marisela Morales Ibáñez, bajo cuyo auspicio habría operado una red que usaba la información sobre el paradero de los más buscados (proporcionada por agencias nacionales e internacionales), las disfrazaba de denuncias ciudadanas anónimas y buscaba quedarse con las recompensas a través de terceras personas de las que no quedaba rastro con el argumento de que debían esconder su identidad para protegerles de eventuales venganzas de sus denunciados.

(Cuando en esta columna bajo el título “¿Quién se llevó la ‘lana’ de las recompensas?”, el día 4 de los presentes, se reveló por primera vez esta red se atribuyó erróneamente el descubrimiento al caso de El Lazca. En realidad fue el de El Coss.)

Antier, en conferencia de prensa en Estados Unidos, el procurador Murillo confirmó la investigación que implica a Marisela Morales.

El expediente de la PGR sobre Marisela Morales, según confían varias fuentes del más alto nivel, alcanza sospechas de presuntos manejos administrativos irregulares que habrían implicado una sociedad informal con Alejandro Puente, empresario de medios de comunicación y ex candidato de Movimiento Ciudadano al Senado.

SACIAMORBOS

“Jesús Reyna no existe”, dicen en privado altos funcionarios del gabinete federal. Se quejan de la inacción del mandatario en funciones en Michoacán ante la descomposición del estado.

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