domingo, 8 de septiembre de 2013

septiembre 08, 2013
NUEVA YORK, 8 de septiembre.- Para intentar convencer al Congreso de que apoye el ataque a Siria, la Casa Blanca ha mostrado a sus miembros los vídeos de niños agonizantes y otras víctimas del gas sarín el pasado 21 de agosto. Una senadora demócrata decidió hacerlos públicos este sábado en la web de su comisión.

Dianne Feinstein, presidenta del comité de Inteligencia del Senado, explicó que la Administración Obama mostró 13 vídeos, disponibles antes en YouTube, pero cuya autenticidad ha sido confirmada ahora por la CIA. Avisa de que contienen imágenes de cadáveres, incluidos de niños. Según la información recabada por Estados Unidos, 1,429 personas fueron asesinadas en el ataque del día 21, entre ellas más de 400 niños. Los cuerpos no muestran signos de heridas ni sangre.




El presidente Barack Obama está haciendo un esfuerzo de llamadas, entrevistas y 'briefings' para presentar mejor sus argumentos a favor del ataque contra el régimen de Bashar Asad ante los congresistas y la opinión pública. Este lunes dará entrevistas con la ABC, CBS, NBC, Fox, PBS y CNN, un despliegue inédito incluso en campaña electoral.

El viernes por la noche, el presidente aprovechó las nueve horas de vuelo de San Petersburgo a Washington para hacer llamadas desde el Air Force One a los congresistas más reticentes a apoyar el ataque. Su suerte está ahora en manos de sus reacios colegas de partido.

Obama tenía prisa por volver a casa. Ha cancelado un viaje a California y el martes hará una declaración a la nación, antes del primer voto en el pleno del Senado, de mayoría demócrata. En su discurso semanal, se dirigió a los congresistas "de los dos partidos", pero sus esfuerzos se concentran en los indecisos de su grupo sobre todo en la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen mayoría y el centro es menguante.

En varios 'briefings', los altos cargos de la Administración han mostrado los crudos vídeos donde se ve a niños moribundos por los efectos del sarín. Este lunes varios miembros del Gobierno los citarán ante el pleno de la Cámara. Al día siguiente el jefe de gabinete del presidente, Denis McDonough, se reunirá sólo con los miembros demócratas.

McDonough, cauto sobre la intervención, acompañó a Obama en el paseo por el jardín de la Casa Blanca que hizo cambiar de opinión al presidente para pedir la aprobación del Congreso antes de atacar. La consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, también debatirá con el grupo que aúna a los congresistas negros y donde se concentra la oposición contra Obama. De ahí salieron gran parte de los firmantes demócratas de una petición de un republicano para que el presidente no atacara Siria sin el Congreso.

Obama tiene el apoyo de los líderes de ambas cámaras, el demócrata Harry Reid y republicano John Boehner, pero su capacidad de arrastre es limitada.

Indecisión en el Senado

En el Senado, la mayoría de miembros están indecisos, pero hay más que ya han dicho que apoyarán el ataque (23) de los que se opondrán (16), según un recuento del 'Washington Post'. La comisión de Exteriores del Senado respaldó el ataque el miércoles por un margen estrecho (10 a siete). La Cámara de Representantes es el mayor obstáculo para Obama. Necesita al menos 217 votos para que se apruebe la autorización y de momento sólo 25 congresistas han dicho que votarán que sí. Hasta 225 congresistas han decidido votar 'no' o están inclinados a hacerlo, entre ellos 61 demócratas.

"El 99% de las llamadas que llegan a mi oficina son en contra", explica el congresista afroamericano Elijah Cummings, demócrata de Maryland. Todavía no ha decidido su voto, pero, como el resto de la Cámara, se enfrenta a las elecciones legislativas de 2014 y su electorado es reacio al ataque. El 48% de los demócratas se opone al bombardeo de Siria frente al 40% de los republicanos, según la última encuesta de Pew publicada esta semana. La oposición es del 50% en el caso de los independientes, que tienden a votar más por los demócratas.

Ni siquiera se trata sólo de los más izquierdistas. También algunos demócratas conservadores temen que Estados Unidos se acabe metiendo en una guerra más larga de lo que planea el presidente.

El argumento de concentrarse en las batallas en casa es poderoso. Así el congresista demócrata de Florida Alan Grayson ya ha reunido más de 76,000 firmas en su web dontattacksyria.com. "Hay 20 millones de personas buscando trabajo. Cuidemos de nuestro patio para variar", dice.

En Estados Unidos, la fidelidad al partido y al presidente no es el principal elemento de decisión. Desde Seattle, el congresista demócrata Jim McDermott dice: "No voto por mi partido. No voto por mi presidente. Voto por mi país". Este domingo ha invitado a sus representados a una iglesia para que le cuenten qué opinan sobre las opciones en Siria. En Facebook explica así la convocatoria: "Aunque he escuchado al presidente Obama y a su equipo de seguridad, necesito escucharos a vosotros". (El Mundo)

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