domingo, 15 de septiembre de 2013

septiembre 15, 2013
ESTADOS UNIDOS, 15 de septiembre.- Lo dijo Aaron Paul en su discurso cuando ganó el Emmy como mejor actor de reparto 2012: “Gracias Vince Gilligan por no matarme”. Porque el personaje más popular de Breaking bad, que actualmente transmite su ciclo final en Estados Unidos batiendo récords de audiencia, iba a morir al final de la primera temporada, para generar culpa en Water White, el protagonista interpretado por Bryan Cranston. Pero gracias a la calidad de su actuación y la química con Cranston, el creador de la serie quiso mantenerlo, pero utilizarlo como “compás moral” para White.


“Se hizo muy evidente en la temporada que sería un gran y colosal error matar a Jesse”, contó Gilligan en una entrevista. El resto es historia, porque después de roles menores en televisión -aunque participó en 14 episodios de Big love-, la gran oportunidad de Paul vendría con el personaje de Jesse, por el cual ha ganado el Emmy dos de las tres veces en las que estuvo nominado, siendo uno de los favoritos para la ceremonia del domingo 22.

Una semana después, el domingo 29 se transmitirá en Estados Unidos el episodio final de Breaking bad, considerada una de las mejores series de la actual era dorada de la televisión. Pero Aaron Paul ya comenzó a capitalizar el éxito, haciendo una cuidada transición al cine, pues sabe que Jesse Pinkman es un rol clave en su carrera. “Ha sido difícil para mí aceptarlo. Cuando recién comencé, sólo quería trabajar. No hacía cualquier cosa, pero al comienzo era un poco así. Y después, mientras más trabajaba, más exigente me puse. Y ahora, trabajando en esta serie, es muy difícil decirle que sí a un proyecto. Nunca estaré más orgulloso de algo como lo estoy de Breaking bad”, contó en una entrevista.

La popularidad del personaje se transmitió al actor, que tiene más de 844 mil seguidores en Twitter, superando ampliamente a Cranston e incluso a la cuenta oficial del programa. En su perfil de Twitter ha realizado concursos, como el pasado 5 de junio, cuando anunció que estaría en un teléfono público por cinco minutos, dejando el número para que los fans lo llamaran.

Este año fue parte del elenco de A long way down, película de perfil independiente basada en la novela homónima de Nick Hornby, donde reemplazó a Emile Hirsch en el rol protagónico de J.J. En ella, cuatro extraños se encuentra en una azotea en la víspera de Año Nuevo con la intención de saltar, pero optan por acompañarse. El elenco incluye a Toni Collette y Pierce Brosnan. Debutaría el próximo año en Estados Unidos.

Además, tiene dos estrenos de alto perfil para 2014. El primero de ellos es la adaptación del videojuego Need for speed, de Scott Waugh. En la película interpreta a un corredor de carreras callejeras, que es engañado por un magnate y debe escapar. La idea de ver a Paul corriendo a alta velocidad no es algo nuevo para sus fanáticos, pues el personaje de la serie ha enfrentado ese desafío varias veces.

Por otro lado, Exodus, de Ridley Scott, es la primera superproducción donde tendrá un rol protagónico. Se trata de un filme que relatará aspectos de Moisés no abordados por otras películas. Moisés es interpretado por Christian Bale y Paul será Joshua, un esclavo hebreo que lidera a su gente para llegar a la tierra prometida después de Moisés. El elenco incluye a Sigourney Weaver y John Turturro. La filmación está programada para septiembre, con locaciones en Inglaterra, España y Marruecos.

Pero Paul sabe que el gran hito de su carrera actoral pasa por el programa que lo lanzó a la fama. “Era un buen actor antes, no me voy a subestimar, pero siempre puedes aprender. Pero trabajar en Breaking bad fue como un taller extremo de actuación cada día. Trabajar con Bryan (Cranston), él simplemente está en otro nivel que yo”, comentó en la misma entrevista.

De lunes a domingo, a las 2 de la mañana, AXN está transmitiendo un maratón de los capítulos, desde la segunda temporada. En octubre comenzará a emitirse el ciclo final. (La Tercera)

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