miércoles, 14 de agosto de 2013

agosto 14, 2013
EL CAIRO, Egipto, 14 de agosto.- El violento desalojo de los campamentos de protesta para exigir la restitución del depuesto presidente islamista Mohamed Mursi y los disturbios posteriores dejaron este miércoles al menos 278 muertos en Egipto, en una acción que generó condena internacional y la renuncia del vicepresidente Mohamed El Baradei. Además, el presidente de transición egipcio, Adli Mansur, decretó el estado de emergencia en todo el país por un mes a partir de las 18.00 horas de este miércoles. La medida permite que se realicen redadas y detenciones sin una orden judicial.





Además, tras las violentas batallas callejeras desatadas entre islamistas y la policía, el gobierno estableció el toque de queda en 12 provincias, en las que regirá entre las 21.00 horas local (misma hora española) y las 6.00 horas del jueves, en las que nadie podrá salir a la calle. El portal de noticias Al Ahram informó que el toque de queda podría estar vigente también durante un mes.

Cuerpos quemados, madres que lloran sobre los cadáveres de sus hijos y esposos, las víctimas cargadas sobre los hombros. Son las dramáticas imágenes de las calles ensangrentadas de El Cairo, el diario de la violenta represión que sacude Egipto. Pero también son un símbolo de la crueldad de un conflicto cruento que degenera horas tras hora. A muchos fotógrafos les incautaron sus equipos para evitar que enviaran las imágenes a las agencias. Al menos uno de ellos se encuentra entre las víctimas (AP)

Durante el anuncio, difundido mediante un comunicado a través de la televisión estatal, el presidente interino ha encargado a las fuerzas armadas, con la ayuda de la policía, adoptar las "medidas necesarias" ante esta situación.

La violencia se desató este miércoles por la mañana con el desalojo a la fuerza por parte de la policía de los campamentos de protesta de los seguidores de Mursi en la plaza de Rabea al Adauiya y en la de Al Nahda en El Cairo. La violencia se extendió a otras partes del país, donde fuerzas islamistas llevaron a cabo ataques contra edificios estatales.



El Ministerio de Salud egipcio confirmó en el último balance que 278 personas murieron -43 agentes de seguridad- en todo el país, aunque aseguró que la mayoría de las víctimas no se registraron en el desalojo de los dos campamentos de El Cairo. Las autoridades hablaron de 36 muertos en Ciudad Naser y 12 en Giza. Esta tarde trabajadores sanitarios y médicos de hospitales habían contado 1.403 heridos, informaron medios estatales, pero los datos estatales terminaron por confirmar 2.000 heridos.

Tras los choques sangrientos, Mansur se ha quedado sin su vicepresidente, Mohamed El Baradei, quien le ha comunicado en una carta que abandona el Gobierno.


Poco después de las 19.30 horas, las fuerzas de seguridad egipcias aseguraban tener las dos plazas conflictivas "totalmente controladas". Además, han informado que han detenido a ocho dirigentes de los Hermanos Musulmanes cerca de la plaza de Rabea al Adauiya. Entre los arrestados figuran el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia, brazo político de la cofradía, Essam al Arian, y el clérigo Safuat el Hegazy.


Dos mujeres leen copias del Corán, mientras la Policía intenta dispersar a los manifestantes. (EFE)

Al Arian y Hegazy se encontraban en un edifico en construcción situado detrás de la mezquita de Rabea al Adauiya, donde habían permanecido supuestamente escondidos en las últimas semanas tras las órdenes de detención dictadas contra ellos por instigar a la violencia. Tres horas después, la Hermandad negaba estas detenciones.



El primer ministro egipcio, Hazem el Beblaui, ha asegurado este miércoles por la noche que la policía demostró durante los enfrentamientos "la máxima contención".

En una declaraciones en la televisión estatal, Beblaui dijo que la decisión de decretar el estado de emergencia fue "muy difícil" de tomar, pero obligatoria ante la escalada de la violencia. Además, el Gobierno ha asegurado que no permitirá más protestas en los campamentos.

Bastiones islamistas

En los enfrentamientos en El Cairo también fallecieron dos periodistas: el cámara de Sky News Mick Deane, de 61 años, y la reportera egipcia Habiba Amed Abelaziz, que trabajaba para la publicación 'Xpress'. También ha muerto tiroteada la hija de uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Beltagy, Asma, de 17 años.

La jornada de este miércoles será recordada como una de las más sangrientas en Egipto. Los periodistas en el lugar de los hechos han relatado cómo, desde primeras horas de la mañana, los cadáveres se amontonaban en una improvisada morgue que la Hermandad instaló cerca de su cuartel general en Rabea al Adauiya. Los regueros de sangre conducían directamente a la tienda de campaña en la que un periodista de France Presse llegó a contabilizar 43 muertos, la mayoría alcanzados por disparos.

Alrededor de la tienda de campaña, los gases lacrimógenos y las ensordecedoras ráfagas de ametralladoras automáticas de los tanques se entremezclaban con los cánticos islamistas que llegaban desde los altavoces de una tribuna cercana y que arengaban a la población a rebelarse contra el golpe militar que depuso a Mursi.

En el mismo lugar donde reposaban los muertos, miembros de la Hermandad se afanaban por salvar la vida de los heridos que habían sido trasladados a la tienda de campaña. Una de las víctimas exhalaba su último suspiro, con el cráneo perforado por una bala, según pudo constatar un reportero que estaba a su lado.

Control de las plazas



A un centenar de metros, en la barricada levantada desde hace un mes en la amplia avenida que conduce a la plaza de Rabea al Adauiya, se produjeron enfrentamientos entre los partidarios de Mursi y los policías y los soldados, que avanzaban con sus tanques para controlar la plaza en medio de un incesante sonido de ambulancias.

La plaza de Al Nahda se dio por desalojada por las fuerzas del orden a primera hora de la tarde. En la otra plaza, Rabea al Adauiya, principal bastión de los opositores, la tensión iba creciendo cuando miles de seguidores de Mursi trataban de acercarse allí, pertrechados con piedras y palos. Sin embargo, el cerco policial impidió conseguir su objetivo.

La Hermandad señaló a través de la cuenta de Twitter de su portavoz, Gehad El-Haddad, que las autoridades también han detenido a varios manifestantes durante la operación. (El Mundo / Agencias)