miércoles, 28 de agosto de 2013

agosto 28, 2013
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 28-VIII-13

Los funcionarios del gobierno del Distrito Federal se quedaron asombrados. Desde las ventanas de sus oficinas, que dan al Zócalo de la Ciudad de México, atestiguaron cómo miles de maestros sindicalizados desenfundaron tiendas de campaña nuevecitas y convirtieron en su dormitorio la Plaza de la Constitución.

No eran plásticos atados con cuerdas que exhibieran las grietas de otras movilizaciones. No había cartones pegados que se improvisaran ante la decisión de sus líderes. Las tiendas de campaña son de marca Coleman. Llegaron en los cómodos camiones que los han transportado desde sus estados, sobre todo desde Oaxaca, donde “trabaja” 80% de quienes han nutrido las protestas de los últimos días.


Cuando se movilizan a algún edificio en particular, al contingente lo acompaña un pequeño staff que se encarga de ponerles lonas gigantes que los cubran del sol y la lluvia.

Vivir en el asfalto no es cómodo por ningún lado, pero en la categoría de plantones, el de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación es VIP: se les ha retratado echándose una cascarita de futbol en los carriles bloqueados del Paseo de la Reforma, tomando una siesta bajo la sombrita de sus mantas en Insurgentes, comen bien, se transportan con holgura, los reciben secretarios y líderes camarales, y sin trabajar siguen recibiendo su sueldo.

Pasan los días y el movimiento permanece. Por momentos, radicaliza sus acciones al grado de que hace pensar que está “buscando un muerto”, provocando a los gobiernos federal y capitalino para que alguien de sus filas muera en un enfrentamiento con la policía, culpen de ello al gobierno y conquisten la empatía del público que hoy tienen mayoritariamente en contra.

El domingo es el Primer Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. ¿Va a seguir la CNTE actuando a plenitud? ¿Le dejarán una oportunidad de oro? Una semana más tarde, el 8 de septiembre, está convocado el megamitin de Andrés Manuel López Obrador contra la reforma energética. ¿Se van a juntar ambos movimientos para presentar una oposición más numerosa y radical contra el Presidente?

Esta semana será clave. Porque ambas fechas no se pueden mover en el calendario político.

Al arranque de su mandato, el presidente Peña envió a todos sus colaboradores su fotografía oficial. Está colgada, enmarcada elegantemente, en los despachos y oficinas. Aparece sentado, con la banda tricolor en el pecho. Una mano aparece cerrada en puño, la otra abierta y suave.

En estos días sabremos si el presidente Enrique Peña Nieto opta por la mano dura con los riesgos de sangre que implica o por la negociación que puede mermar su capacidad de gobierno a futuro; la mano dura que usada eficazmente como en las sociedades más evolucionadas puede ganarse el aplauso de una ciudadanía irritada por las impresentables exigencias magisteriales o la negociación que es el arma central de la democracia y que puede rescatar algunas propuestas de la CNTE que no son tan desaforadas.

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