jueves, 22 de agosto de 2013

agosto 22, 2013
INGLATERRA, 22 de agosto.- Un padre de familia ha sido condenado a cuatro años de cárcel después de que golpeó a su hija recién nacida y le dijo a la policía que quería causarle dolor.

Joshua Stephens, de 22 años, fue violento con la bebé durante las primeras seis semanas de su vida antes de que él le confesara a su esposa lo que había hecho.

Stephens fue sentenciado a 4 años en prisión tras confesar que golpeó e intentó ahogar a su hija.

Entre los actos más brutales que llevó a cabo, Stephens puso una almohada sobre la cara de la pequeña y sostuvo su cabeza bajo el agua mientras la bañaba.

El juez le dijo a Stephens, de Mirfield, West Yorkshire, que constituye un riesgo significativo para la comunidad después de escuchar que había golpeado a la niña "tan duro como a un hombre".

Tras admitir a su esposa lo que había hecho, Stephens se dirigió a una estación de policía y le dijo a los oficiales que tenía unas ganas tremendas de hacer daño a su hija.

Fue encarcelado durante cuatro años y tendrá que servir un período de libertad condicional de cuatro más, después de su liberación, tras declararse culpable de crueldad hacia un niño y agresión causante de lesiones físicas.

Durante la audiencia donde se sentenció Stephens este miércoles, el juez Geoffrey Marson QC, dijo: "Es obvio que estos incidentes se dieron como resultado de su deseo sádico de causar dolor y sufrimiento a su hija".

"Esta fue una grave violación de la confianza de un niño vulnerable", añadió el magistrado.

El abuso salió a la luz el 4 de septiembre del año pasado, cuando Stephens golpeó a la bebé "lo más fuerte que podía" cuando se despertó llorando por hambre. Su hija se quedó con un moretón en la mejilla por el golpe.

Su esposa estaba fuera de la habitación en el momento y él admitió lo que había hecho cuando ella regresó.

También le confesó a su suegro lo que había hecho antes de ir a una comisaría de policía y decirle a un oficial: "Golpeé mi hija y la ahogué".

Fue sometido a una evaluación psiquiátrica y le dijo a un médico que tenía un historial de automutilación desde los 14 años y fuertes deseos de golpear objetos y usar cuchillos.

El médico diagnosticó Stephens con trastorno obsesivo compulsivo y propenso a un comportamiento impulsivo e impredecible. (Traducción de un artículo de Sam Webb para Mail Online)

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