miércoles, 28 de agosto de 2013

agosto 28, 2013
WASHINGTON D.C., 28 de agosto.- Unos minutos después de homenajear al pacifista Martin Luther King, el presidente Barack Obama defendió este miércoles el ataque a Siria como "una señal muy fuerte" para que el régimen de Assad no vuelva a utilizar armas químicas.

El presidente reconoció que su intervención "no terminará con la muerte de civiles inocentes en Siria", pero hará que el régimen entienda que el uso de armas químicas interfiere con los intereses nacionales de Estados Unidos.




Después del acto para celebrar el cincuentenario de 'I have a dream', el presidente explicó en una entrevista a la televisión pública sus argumentos para la guerra sobre la que asegura aún no ha tomado una decisión ("I Have Not Made a Decision"-enlace a vídeo). Obama dijo que no su objetivo no es parar la masacre de civiles, sino dejar claro a Asad que no debe mover su arsenal de gas sarín y otras armas tóxicas, uno de los mayores del mundo.

"No podemos ver una brecha de la norma de no proliferación que permita que las armas químicas caigan potencialmente en las manos de todo tipo de gente", dijo. "Queremos que el régimen de Assad entienda que utilizando armas químicas a gran escala contra su propia gente, contra mujeres, contra niños, no sólo está violando la ley internacional y los estándares de la decencia, sino que está creando una situación que afecta a los intereses nacionales estadounidenses, y eso tiene que acabar".

Pruebas del ataque

Obama dijo que no tiene dudas de que el régimen sirio es el responsable del ataque en el que cientos de personas fueron asesinadas la semana pasada por el tipo de cohetes que se utilizaron para lanzar los gases. "Hemos mirado todas las pruebas... Y hemos concluido que el gobierno sirio ha llevado a cabo estos ataques. Y si es así tiene que haber consecuencias internacionales", aseguró el presidente, que recibió un 'briefing' militar el sábado en el que se incluyen conversaciones interceptadas entre el Ministerio de Defensa sirio y una unidad de armas químicas.

Sospechan que hermano de Bachar al-Assad, Maher al-Assad, organizó el ataque con armas químicas. (Enlace)

Convencido de sus pruebas, Estados Unidos no quiere esperar a los inspectores de la ONU, que ni siquiera tienen mandato para buscar pistas sobre quién es responsable de los ataques, y a una negociación bloqueada continuamente por Moscú.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió este miércoles esperar a que sus inspectores confirmen que cientos de personas murieron por el efecto de armas tóxicas. Pero Washington replicó que actuará según su "propio calendario" porque "es demasiado tarde para que sea creíble" una investigación que ni siquiera puede apuntar al culpable.

"No creemos que el régimen sirio deba poder esconderse detrás de un proceso del Consejo de Seguridad", dijo este miércoles una portavoz del Departamento de Estado.

Ban apeló por la mañana a la paz y a la paciencia con los inspectores. "Dejemos que terminen su trabajo durante cuatro días y entonces lo analizaremos científicamente con expertos antes de informar al Consejo de Seguridad", dijo en el Palacio de la Paz de La Haya, que se inauguró en 1913 para albergar un tribunal de arbitraje que intentaba prevenir las guerras y hoy es la sede del tribunal internacional de Naciones Unidas. Un portavoz de la ONU aclaró después que Ban se había equivocado al expresar los días de trabajo de los inspectores en Siria. Se refería a cuatro contando los dos que ya han pasado, con lo que la labor de investigación podría terminar mañana.

"Aquí en el Palacio de la Paz demos a la paz una oportunidad, demos a la diplomacia una oportunidad. Dejemos de luchar y empecemos a hablar", dijo Ban en el edificio abierto un año antes de que estallara la I Guerra Mundial.

El trabajo de los inspectores

Washington se queja de que Siria está "utilizando" a los inspectores, que empezaron a recoger pruebas el lunes, es decir, cinco días después de que al menos 355 personas murieran y 3.600 acudieran a tres hospitales cerca de Damasco con síntomas de intoxicación de gases, según Médicos Sin Fronteras. Los expertos aseguraban que las muestras debían ser tomadas las siguientes 48 horas del incidente, pero el régimen sirio retrasó las visitas. El enviado para Siria de la ONU, Lajdar Brahimi, ya dijo ayer que parece que "se usó algún tipo de sustancia química" en la zona afectada.

En una aparente fractura en la alianza transatlántica, Reino Unido anunció que esperará a que los inspectores de la ONU presenten su informe al Consejo de Seguridad, aunque ayer fracasó en su último intento de legitimar la acción militar por el bloqueo de Rusia y China.

El primer ministro británico, David Cameron, presentó a los cuatro miembros con derecho de veto del Consejo (Estados Unidos, Francia, Rusia y China) su resolución apelando a "la protección de civiles". Se trata de un concepto legal desarrollado en resoluciones de la ONU de 2005 y 2006 para que cuando un Estado agrede a sus propios ciudadanos, "la comunidad internacional" intervenga con sanciones económicas y con la fuerza militar como último recurso. Las resoluciones se inspiraron en el genocidio de Ruanda.

Tras tres horas de reunión, los embajadores de Rusia y China abandonaron el cónclave sin ningún acuerdo. El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que el bombardeo de Siria sólo "llevará a más desestabilización en el país y en la región". (El Mundo)

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