domingo, 4 de agosto de 2013

agosto 04, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 4 de agosto.- El director del Patronato Cultur, Enrique Magadán Villamil, resaltó que uno de los principales retos en la zona arqueológica de Chichén Itzá es acabar con el hostigamiento en que incurren artesanos y vendedores que laboran en ese sitio maya.


El titular de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos de Yucatán (Patronato Cultur) destacó que en la actualidad buscan junto con estos trabajadores y sus líderes, propuestas para acabar con esta práctica.

Añadió que aunque se espera que la elaboración del Plan Maestro de Manejo para la zona demore hasta 2015 y en el que estarán incluidos los artesanos, habrá un diálogo directo con ellos, un análisis y no serán reubicados mientras dure el estudio.

“Tenemos que analizar el por qué desean quedarse en Chichén Itzá y cuáles son sus opciones reales de venta, dado que muchos de los turistas que acuden al sitio, ya adquirieron con antelación sus productos”, expuso.

La realidad, señaló, es que el turista “cuando llega ya compró sus productos en el trayecto y ya no tienen para comprar, entonces surge al hostigamiento de los artesanos”.

Esta actitud existe por la necesidad de comercializar sus productos cuando el turista llega, pero al venir de Cancún, el operador de la unidad tiene un negocio donde va a parar para que compren.

Reiteró que en su desesperación molestan al visitante para que les compre algo, pero la realidad es que ya no adquieren y de ahí que sean víctimas de la desesperación de unos 670 artesanos censados, aunque “sabemos hay más de mil”. (NTX/JMC/AGS/GPG/AJV)

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