jueves, 18 de julio de 2013

julio 18, 2013
KUALA LUMPUR, 18 de julio.- El enviado del Vaticano en Malasia, el arzobispo Joseph Marino, ofreció ayer disculpas a las autoridades tras crear una polémica por opinar acerca de un debate religioso en el país asiático.

La disculpa del nuncio apostólico se produce después de que expresara su opinión a favor de que los cristianos malasios puedan utilizar la palabra "Alá" para referirse a Dios, a lo que se oponen los musulmanes, informó el portal "Free Malaysia Today".

Marino, según explicó en un comunicado, trasladó sus disculpas personalmente al ministro de Exteriores malasio, Anifah Aman, quien el lunes acusó al nuncio de inmiscuirse en los asuntos internos de Malasia.
Monseñor Joseph Salvador Marino.
"Nunca traté de interferir en los asuntos internos de Malasia", manifestó el enviado del Vaticano, quien lamentó que sus palabras causaran el malentendido.

Las polémica se produjo la semana pasada, cuando Marino expresó a algunos medios de comunicación su respaldo por los argumentos esgrimidos por la Federación Cristiana de Malasia contra la idea de que el término "Alá" es exclusivo del islam.

El nuncio describió el islam como una religión bella, pero declaró su inclinación por la posición de la Iglesia Católica a favor de que los cristianos puedan utilizar "Alá" en sus biblias o textos religiosos.

Varios grupos musulmanes condenaron las palabras del representante del Vaticano y solicitaron al Gobierno que lo expulsara del país.

El uso de la palabra "Alá" por los cristianos malasios e indonesios se remonta a la traducción del hebreo "Elohim" (Dios) como "Alá" en la versión malaya de la Biblia por el misionero Francisco Javier, quien viajó por tierras asiáticas en el siglo XVI.

La controversia saltó cuando un diario católico editado en Malasia, "The Herald", empezó a usar el vocablo en sus páginas, lo que provocó la prohibición por parte de las autoridades.

Las autoridades y otros grupos musulmanes alegan que la ley prohíbe el uso de los términos del islam a los que no profesan esta religión.

Sin embargo, el Tribunal Supremo dio en 2009 la razón al rotativo católico, lo que provocó una oleada de violencia contra iglesias cristianas por parte de grupos radicales.

El pasado enero, el sultán de Selangor, un estado en el sur del país, prohibió a los cristianos utilizar "Alá" en sus escritos a pesar de la decisión judicial.

Cerca del 60 por ciento de los 28 millones de malasios practica el islam, en su mayoría moderado, mientras que el resto profesa el budismo (19%), cristianismo (9%), hinduismo (6%), taoísmo (2,6%) y religiones minoritarias. (EFE)