miércoles, 17 de julio de 2013

julio 17, 2013
SUDÁFRICA, 17 de julio.- Y Mandela no se fue o no se ha ido o no se irá, la sensación es de que el último icono del planeta es tan inmortal como su pensamiento. Mañana cumple 95 años y el planeta le rinde un sentido homenaje, mayor que nunca, con el miedo de saber que quizá ya no le quede mucho más aire con el que soplar las velas. El conocido como Día de Mandela es este año más que nunca un homenaje al hombre, al mito, al Dios.


Es probable que el 18 de julio se convierta en los próximos años en el día Internacional de los buenos, con esa simpleza con la que su inspirador ha manejado siempre su vida y su lenguaje. Será aquel día en el que todo el mundo se vea obligado a rascarse las entrañas y sacar algo que ofrecer a los demás.

Desde hace años se celebra esta efeméride, especialmente en Sudáfrica y el resto de África, en el que hay que entregar 67 minutos a la comunidad. 67 fueron los años de servicio público que Mandela entregó y ahora, en la siempre desproporción que hay entre su obra y la del resto, son los demás los que deben en ese mismo número, pero de minutos, cumplir con esa complicada especie llamada humanidad.

Desde su Fundación, que ha colgado un vídeo de apoyo con figuras de la talla del Dalai Lama, Desmond Tutu, Bill Clinton o Richard Branson, se ofrecen ideas para los voluntarios a participar en la gran fiesta como "lee por alguien que no puede ver", "arregla los agujeros de la calzada de tu calle", "sacar a pasear el perro de un anciano" o "compartir tu comida con los que no tienen para comer". Para los que quieran ver la lista entera para inspirarse, este es el listado de actividades que propone la Fundación Mandela.

No hay mejor regalo y homenaje para Madiba que asistir a su fiesta. La Filosofía del convite tiene mucho de un anfitrión que parece ahora que puede recuperarse de su enfermedad y que celebra los cumpleaños pidiendo a los demás que le regalen algo a los otros. Marca Mandela. (El Mundo)

0 comentarios:

Publicar un comentario