viernes, 26 de julio de 2013

julio 26, 2013
MADRID, 26 de julio.- El maquinista del tren Alvia que este miércoles se accidentó en Santiago de Compostela afirmó que se quería "morir", una vez que fue consciente de que el convoy había descarrilado a la altura de una curva ubicada en el lugar de Angrois, según se refleja en conversaciones entre la máquina ferroviaria y la sala que ya han sido transcritas.

"La he jodido", figura en las transcripciones de esas conversaciones que ya han sido incorporadas a las indagaciones sobre las causas del siniestro, según han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación.

Estas fuentes han explicado que la comisión judicial aún no ha empezado a oír las dos cajas negras del tren siniestrado, que están bajo custodia policial, ya que se han priorizado las labores de identificación de los 80 fallecidos recuperados.

El maquinista tras el accidente. (Reuters) (clic a lasimágenes)
No obstante, sí se ha podido realizar un primer análisis de las transcripciones de las conversaciones mantenidas entre el tren accidentado y la sala, que forma parte del material que se ha facilitado, junto con imágenes de al menos dos cámaras de vídeo, una de ellas ubicada a la salida del túnel.

En esas conversaciones, el maquinista también reconoce, tras descarrilar, que alcanzaba una velocidad de 190 kilómetros por hora. No obstante, esa zona estaría limitada a 80 kilómetros por hora.

El maquinista Francisco José G.A. permanece en el hospital Clínico bajo custodia policial, a la espera de prestar su testimonio, una vez que el juez que lleva el caso, el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela, ha ordenado a la Policía Judicial tomarle declaración como imputado.

"Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer", decía el conductor en una conversación telefónica que le escuchó justo después del siniestro.


El hombre lleva 30 años trabajando para Renfe, la operadora pública ferroviaria de España. Desde el año 2000 trabaja como maquinista, primero como ayudante y desde 2003 ya como conductor.

"Llevaba más de un año operando esta misma línea", dijo el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, en declaraciones a una radio española.

La línea en la que tuvo lugar el accidente no está dentro del ERTMS, un sistema que impide que un tren supere la velocidad máxima fijada o desconozca las señales de parada y con el que sí cuentan, entre otros, los AVE que unen Madrid con Barcelona.

Lo que sí había en el tramo en el que se produjo el siniestro es el sistema ASFA, un dispositivo autómatico que avisa de que se sobrepasa la velocidad fijada, pero que no frena el tren.

Desde el Sindicato de Maquinistas se aseguró a medios españoles que se "podía haber evitado" el accidente si el tren hubiera contado con el sistema ERTMS.

Adif, el organismo que gestiona las infraestructuras ferroviarias y depende del Ministerio de Fomento, aseguró sin embargo que el sistema ASFA es el adecuado en el tramo del siniestro, de entrada a una estación. (El Mundo)

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