domingo, 28 de julio de 2013

julio 28, 2013
Pedro Echeverría V.

1. Me preocupa mucho lo que sucede en Venezuela por su liderazgo en América y pienso acerca de la consolidación del gobierno de Nicolás Maduro. Me gustaría que éste lograra el apoyo y la simpatía que tenía Hugo Chávez, aunque debe reconocerse que Hugo desde hace algunos años comenzaba a desgastarse por la campaña de los grandes empresarios venezolanos aliados de los EEUU. A pesar de ello la simpatía de Chávez no era suficiente para contrarrestar el permanente deterioro de la economía de Venezuela provocado con la especulación de la compra y venta de dólares y de artículos de primera necesidad que esconden. Muchas políticas sobre concesiones de Chávez como la relación con el gobierno colombiano, la de presos políticos, su no apoyo a las FARC, su no confrontación a la prensa proimperialista, fueron por presiones de la gran burguesía y el imperio.

2. El excandidato de los empresarios y de los EEUU Enrique Capriles, ha realizado un recorrido por Venezuela y países del mundo cosechando respuestas negativas de repudio de jóvenes de los países que visitó. Sólo fue recibido en naciones donde el gobierno yanqui ordenó que lo recibieran; sin embargo esas giras demuestran que los empresarios seguirán sus boicots hasta lograr que Maduro se debilite y se someta. Más que Maduro es el Partido Socialista de Venezuela el que está obligado a volcar su lucha para que el pueblo venezolano no se deje engañar por los grandes millonarios dispuestos a la restauración del poder a la gran burguesía. Pienso que el PSUV y los jóvenes tienen que profundizar su trabajo político entre el pueblo. Si no lo hacen son los que sufrirán las cárceles y la muerte ante una restauración del poder de los Carmona o Capriles.

3. Ocho países de centro y sur América tienen posibilidades de construir un frente antimperialista sólido para evitar cualquier agresión: Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Brasil, Uruguay y Argentina; otros más como Perú, El Salvador, Paraguay o Chile con Bachelet, podrían acercarse para consolidar la fuerza. El problema es que la CIA, el FBI, la DEA y todo el sistema de inteligencia yanqui tiene muchos oídos y fuerzas distribuidas en cada país que conocen con toda profundidad las carencias y necesidades urgentes de cada gobierno y los yanquis atacan por ahí. Así usan a Colombia, a México, Costa Rica y al mismo Paraguay para apuntalar las políticas estratégicas yanquis. Por ello es muy urgente que Nicolás Maduro obtenga una gran solidez en sus ideas e intervenciones a fin de que siga siendo Venezuela y su petróleo quien encabece las batallas.

4. Recibo comunicados de más de una veintena de bolivarianos, incluso de grupos religiosos que apoyan con convicción al chavismo. Pienso que no hay otra salida en Venezuela que profundizar un trabajo político de masas que obligue a los empresarios a sacar todos los artículos que esconden para provocar la escasez y el descontento; al mismo tiempo vigilar la especulación que se hace con el dólar con el objetivo de provocar inflación y devaluaciones. No debe olvidarse que deben respetarse todas las legalidades constitucionales para evitar para persecución policiaca, pero el hecho de esconder los productos de primera necesidad y especular con el dólar, debe castigarse porque se violan derechos del pueblo. En México las cárceles están llenas de gente pobre oprimida; en Venezuela son los violadores de los derechos del pueblo quienes deben estar en la cárcel.

5. Si en Venezuela y demás países antiimperialistas han llegado al gobierno por la vía electoral presidentes democráticos y luego de algunos años desaparecen para ser sustituidos por gobiernos al servicio empresarial y del gobierno yanqui, debemos entonces probar que la vía electoral es un engaño absoluto porque sólo prolonga y agranda la miseria de la población. Hace mucho que los gobiernos socialdemócratas de Europa nos han demostrado que son igual de opresores que los gobiernos de centro y de derecha. Luego el triunfo electoral de Salvador Allende volvió a dar esperanzas electorales que aún no han muerto; pero si Venezuela, Bolivia, Ecuador, son derrumbados por el imperio, el paradigma tendrá que cambiar hacia posiciones más anarco-izquierdistas. ¿Después de cincuenta años de transformaciones juveniles, podemos seguir esperar más tiempo?

6. Maduro no tiene que esperar nada; al contrario, tiene que pasar a la ofensiva preparando a las masas venezolanas para hacer que la burguesía empresarial, de los medios de información y el imperialismo confiese su pésimo comportamiento y se rinda. El gobierno de Chávez tuvo que negociar mucho para evitar las agresiones, pero la burguesía y el imperialismo no dejaron de avanzar. ¿Quién puede olvidar el golpe de Estado de 2002 y toda la bronca petrolera posterior cuyo único objetivo era acabar con Chávez? Ningún paso atrás en la revolución bolivariana; al contrario: es necesario unificar y convocar a todas las fuerzas para profundizar la conciencia del pueblo y sea éste quien arrebate en las calles la bandera de la justicia y la democracia que la gran burguesía y el imperialismo quieren ensangrentar. ¡La defensa de Venezuela es lucha antimperialista! (28/VII/13)