jueves, 25 de julio de 2013

julio 25, 2013
Pedro Echeverría V.

1. Cualquier acción que pongamos en práctica contra la explotación y la opresión que ejercen las burguesías nacionales y el imperialismo es, sin duda, una contribución para la liberación del mundo. La mayoría de las veces pensamos que batallar en las calles, en el campo, en las escuelas, en las fábricas, no tiene significado positivo para el pueblo porque la clase dominante (llámese gobierno, empresarios, medios de información) nos sigue madreando y sometiendo; pero organizados sí tiene validez lo que hagamos. Por eso el Asalto al Cuartel Moncada aquel 26 de julio –aunque fueron decenas de asesinados y fue realmente “un fracaso”- sirvió de ejemplo a los pueblos de América Latina y del mundo que tomaron como ejemplo aquella acción revolucionaria. Me imagino que miles de jóvenes –al enterarse- lloraron la derrota; pero seis años después aplaudirían a rabiar el triunfo de los guerrilleros aquel 1 de enero de 1959. Por eso la revolución cubana –por lo menos en la década de los sesenta- fue el faro de otras guerrillas.

2. Fidel Castro dirigiéndose a 135 combatientes en vísperas del Asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953 dijo: “Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertad o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligrosa y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir, den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad”… (Sólo cuatro no participaron)

3. Después del “fracaso” del Moncada, el gobierno proyanqui de Batista, junto con los grandes empresarios gringos y los medios de información, arreciaron sus campañas anticomunistas, pues apenas había terminado la Guerra de Corea y los yanquis veían agitadores izquierdistas, socialistas, comunistas, anarquistas por todos lados; lanzaban acusaciones “macartistas” a todo personaje importante o distinguido que no jurara fidelidad al imperio. Aunque los atacantes de Moncada no eran comunistas sino estudiantes y algunos del partido “ortodoxo”, los yanquis no dejaban de vigilarlos. El gobierno de Fulgencio Batista estaba al servicio de los yanquis, pero los inversionistas lo consideraban como un gobernante muy desprestigiado. Así que la cárcel, el juicio y la presión a favor de los presos, lograron su liberación. Fidel, Raúl, Almeida, decidieron viajar a México –gobernado entonces por el veracruzano Ruiz Cortínes- para preparar la revolución que reiniciaron el 25 de noviembre de 1956 al zarpar el yate Granma en Tuxpan Veracruz con 82 hombres.

4. En 1953 ascendió a la Presidencia de EEUU el republicano Eisenhower y fue el mismo año del fallecimiento de José Stalin en la URSS. La llamada “Guerra Fría” se intensificaría en el mundo mientras se denunciada en un “informe secreto” de Kruschov, los asesinatos del Stalinismo. Así que si bien el gobierno de Eisenhower y los agentes de la CIA estaban muy pendientes del “fracaso” de asalto de Moncada, jamás pensaron que en Cuba pudiera haber un cambio revolucionario; más aún, pensaron que Fidel Castro –si tomaba el poder- gobernaría en beneficio de los EEUU porque las propiedades yanquis en el país eran gigantescas en tierras, fábricas, negocios comerciales, turísticos y centros de prostitución. ¿Puede olvidarse que al triunfar la revolución cubana el primer país visitado por Fidel Castro fue Estados Unidos? ¿No se recuerda acaso que Castro solicitó ayuda y solidaridad de los EEUU a la revolución cubana y sólo a negarse el gobierno de Eisenhower, primero, y luego al de Kennedy, Castro se declaró socialista?

5. No puede desligarse el Asalto al Moncada del triunfo de la Revolución; muchos de los que participaron en Moncada (Fidel, Raúl, Almeida), luego fueron dirigentes de la revolución junto al Che Guevara y Camilo Cienfuegos. Mucha literatura de la Revolución Cubana (Guerra de Guerrillas del Che, folleto del comandante Bayo, escritos de Fidel Castro: La historia me absolverá, revistas cubanas) sirvió luego a los guerrilleros de Guatemala, Perú, Venezuela, Bolivia, Colombia, Argentina, Uruguay, México. Es innegable el significado de Cuba en los años sesenta para los jóvenes de entonces. Existía la URSS, China, el llamado bloque socialista, pero Cuba era el “faro de América”, así como Fidel Castro el líder mundial. Incluso miles de “intelectuales” apoyaron la Revolución cubana, pero años más tarde, cegados por la propaganda anticomunista y comprados por el imperio capitalista, pretextaron “la falta de democracia y la libertad”.

6. Luego del Asalto de Moncada en 1953 y el triunfo de la Revolución en 1959, muchas cosas cambiaron así como las visiones. La década de los años sesenta fue una gran revolución en la familia, la iglesia, la educación, las relaciones entre el hombre y la mujer, la pintura, la música, etcétera. No fue sólo la revolución cubana, las independencias africanas y asiáticas; también en las entrañas del monstruo yanqui, los jóvenes, los negros, las mujeres, los pacifistas, salieron a las calles a luchar por sus derechos pisoteados. Así que quien piense que el Asalto al Moncada fue una acción revolucionaria fracasada. Olvida que es el antecedente inmediato de la Revolución Cubana y esta el de las guerrillas del continente y de los gobiernos antimperialistas de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador. Si bien estas batallas anticapitalistas sólo acabarán con la muerte del imperialismo, cualquier acción anticapitalista que realicemos es bienvenida. (25/VII/13)