La batalla por el Metro

Bajo Reserva | Periodistas EL UNIVERSAL 29-VII-13

NOS CONFIRMAN que este lunes Fernando Espino Arévalo, líder del Sindicato de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro, tendrá una reunión de delegados para revisar los pasos a seguir en su batalla con el GDF. Ha amagado con parar los trenes. Uno de los temas que lo tiene en espera es la resolución de Juzgado Primero de Distrito en Materia de Trabajo, ante el cual la administración de Miguel Ángel Mancera promovió un amparo el 5 de febrero para negarse a basificar dos mil 300 plazas en favor del gremio de don Fernando.

Fernando Espino Arévalo, líder del Sindicato de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Esa decisión y la pérdida de diversos negocios vinculados al sindicato y a la familia del líder sindical los mantienen en ruta de colisión. Sin embargo, se sabe que Mancera está decidido a no conceder más canonjías a Espino Arévalo. La historia es añeja, pues el sindicato quiere las plazas —con las que controlaría 98% del personal del Metro— desde el 2000. Si el juez niega el amparo a la autoridad, abriría la puerta a que el sistema se convierta en una “cooperativa” con fondos públicos, lo que representaría un riesgo para los usuarios.

MUY ALBOROTADOS andan algunos priístas que no hallan explicación para que el gobierno federal mantenga a personas cercanas al PAN en puestos de la administración pública federal. Es el caso de la posición que ocupa Teresa Gómez del Campo Gurza como titular de la Unidad de Políticas de Transparencia y Cooperación Internacional en la Secretaría de la Función Pública, que tiene entre sus tareas el combate a la corrupción. Doña Teresa, hermana de la senadora panista Mariana Gómez del Campo y prima de la ex primera dama Margarita Zavala, sigue en la dependencia, en el área a la que llegó en el sexenio pasado. Y no sólo eso, pues la ascendieron a la dirección de esa oficina. Ello ha calado en los huesos de algunos que traen la camiseta tricolor muy bien puesta, nos comentan.

Jesús Ortega y Jesús Zambrano.

NI “LOS CHUCHOS” se la creen ahora que están ante la sucesión de la presidencia nacional del PRD, que como le hemos comentado podría adelantarse a noviembre. Las cabezas de Nueva Izquierda no tienen mucho de dónde escoger para competir una vez más por la dirección del partido. En esa ruta, mencionan a Carlos Navarrete, actual secretario del Trabajo del gobierno del DF. Pero al interior muchos se preguntan si los grupos y tribus aceptarían un tercer mandato de NI, que ha tenido a Jesús Ortega y a Jesús Zambrano en el cargo más alto del partido. La negociación con otras corrientes será de lo más interesante y crucial, sobre todo para cerrarle el paso a Marcelo Ebrard, quien a principios de agosto saldrá con todo para la competencia, nos dicen.

EN ESE TEMA cobra relevancia el hecho de que Nueva Izquierda rompió su alianza ganadora. Nos confirman que se acabó la luna de miel entre este grupo y Alternativa Democrática Nacional (ADN), con liderazgo en el Estado de México. Este grupo político perredista es de vital importancia, pues le ha dado los números a Los Chuchos para hacerse de la presidencia del partido. Roto el romance, nos dicen que NI está a la deriva. La tribu de René Bejarano tampoco tiene todas las de ganar, pues aunque coquetea con ADN, nos aseguran que no les dan los votos para el triunfo. No descarte usted que ante un escenario cerrado las corrientes tengan que negociar una tercera vía.

SI LA NEGOCIACIÓN prospera entre senadores afines a Ernesto Cordero y los legisladores cercanos al coordinador parlamentario del PAN, Jorge Luis Preciado, la dirigencia nacional del PAN y los líderes de las bancadas presentarán pasado mañana su iniciativa de reforma energética ante la Comisión Permanente del Congreso. En este espacio le dimos a conocer que los grupos pactan el reconocimiento del cambio de los estatutos de la bancada azul en el Senado, a cambio de ir juntos en la iniciativa en materia de energía. En tal escenario, el documento iría firmado por don Ernesto y su segundo de a bordo, Roberto Gil, nos dicen.