viernes, 26 de julio de 2013

julio 26, 2013
MÉXICO, 26 de julio.- En el mundo hay entre 170 y 200 millones de personas con el Virus de Hepatitis C (VHC) el cual afecta al hígado a largo plazo de forma agresiva si no hay un tratamiento adecuado, informó Margarita Dehesa Violante, especialista en Gastroenterología y Hepatología, quien añadió que la prevalencia en México es de 1.2 millones, de los cuales hasta un 50 por ciento aún no es diagnosticado. 


La tambiénmiembro de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática, declaró que no existe vacuna para la hepatitis C, sin embargo es curable si se diagnostica oportunamente. Explicó que las hepatitis virales se dividen en aguda que es la A y E mientras que la B, C y D son crónicas y tratables. 


Aseguró que el hígado en estado de fibrosis, dañado por el VHC puede curarse, pues en esta etapa el hígado tiene cicatrizaciones a causa del constante daño que se le ha ocasionado, sin embargo si existe cirrosis, no se puede revertir el daño hepático con fármacos debido a que los vasos sanguíneos se encuentran afectados, con ello se provocan interconexiones anormales que causan un mal funcionamiento del hígado. 

Por ello, la especialista remarcó que es muy importante un diagnóstico temprano ya que se pueden presentar síntomas hasta 30 años después de haberlo adquirido y la complicación es que los pacientes portadores del VHC que no reciben tratamiento pueden desarrollar cirrosis o insuficiencia hepática. 

Al ser un virus que se transmite por medio de la sangre, los factores de riesgo son haber sido receptores de transfusiones sanguíneas o trasplantes de órganos antes de 1992 debido a que no se tenía un control de los portadores del virus. Las y los niños que de madres infectadas también son vulnerables a adquirirlo. 

Dehesa aseguró que trabajadores de la salud están expuestos a sangre contaminada si no se tienen medidas de precaución con todos los pacientes. Tener relaciones sexuales con una persona portadora del VHC así como utilizar drogas inyectables se convierten en factores de riesgo así como ser una persona hemofílica (quienes recibieron sangre por factores de coagulación antes de 1987). 

Recomendó que si se presenta alguna de las características anteriores, es necesario realizarse la prueba de ELISA que detecta anticuerpos contra el VHC. Mencionó que ante esta prueba existe un 10 por ciento de falsas negativas ya que no se puede distinguir entre una infección aguda y una crónica, sin embargo también se ha detectado un alto índice de falsas positivas en población de donantes. 

La prueba de carga viral mide la replicación del virus en la sangre de manera cuantitativa, es decir 40 unidades por mililitro. 

Actualmente la hepatitis C se trata con inteferon que es una proteína que se produce en el cuerpo y Ribavirina, fármacos que ayudan a mejorar el funcionamiento hepático con un tratamiento prolongado. 

Por su parte, Lucía Brown Villalba, directora de Proyectos de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática, aseguró que entre 75 y 80 por ciento de los casos de la enfermedad hepática es curable con tratamiento adecuado. Puntualizó en la necesidad de crear una mayor conciencia sobre esta enfermedad silenciosa en la población en riesgo ya que puede ser mortal. 

En vísperas del Día Mundial de la Hepatitis la activista invitó el próximo domingo 28 a asistir al Centro Médico Nacional Siglo XXI en la Unidad de Congresos en el que se realizarán una serie de pláticas informativas con especialistas y se realizaran pruebas de detección de VHC. (Xochitl Celaya Enríquez para NotieSe)

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