martes, 2 de julio de 2013

julio 02, 2013
CIUDAD DEL VATICANO, 2 de julio.- Era una de las incógnitas que dejó abierta Benedicto XVI tras dejar la Sede Petrina. El ahora Papa Emérito, al convocar el Año de la Fe, se puso manos a la obra para escribir una encíclica que abordara como un regalo de Dios Padre así como los principales desafíos de creer en el mundo de hoy.

Aunque se daba por hecho que estaría lista a principios de año, la firma de la misma no llegó, pero sí la renuncia del Papa alemán. La duda que se dejaba en el aire era si el trabajo de documentación, estudio y oración de Josep Ratzinger caería en el olvido, se traduciría en un libro que no podría firmar como encíclica o si, como ha ocurrido, Francisco remataría el trabajo iniciado por su predecesor.

Benedicto XVI y Francisco
Así, el próximo viernes, la Santa Sede presentará la primera encíclica de la historia de la Iglesia escrita por dos Papas, aunque aparezca firmada por Francisco y se convierta de esta manera en el primer documento que estrena el magisterio de su Pontificado.

Un texto en tiempo récord
Bajo el nombre «Lumen fidei» («La luz de la fe»), será a las once de la mañana cuando en la Sala Stampa del Vaticano, se den las primeras pinceladas de un texto presentado por los cardenales Marc Ouellet, prefecto de la Congregación de Obispos; Gerhard Ludwig Müller, prefecto de Doctrina de la Fe; y el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

«Su extensión no será muy larga», precisó ayer el portavoz de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, sobre un texto firmado en tiempo récord. De esta manera se pone el broche final a uno de los objetivos que se planteó Benedicto XVI durante su Pontificado, abordar las tres virtudes cardinales: «Fe, esperanza y caridad». El amor centró tanto su primera encíclica –«Deus Caritas Est»– como la tercera, que servía de punto de partida para abordar el desarrollo humano y los retos de la globalización. En «Spe Salvi» ahondó en la esperanza cristiana como motor de transformación del mundo.

Como aseguró Francisco hace unas semanas, «es una encíclica escrita a cuatro manos, porque la inició Benedicto XVI, y luego me la entregó para que la terminara». Durante una audiencia en el Vaticano concedida a una delegación de la secretaría del Sínodo de Obispos, subrayó además que «es un documento fuerte. Un gran trabajo, lo ha hecho él y yo lo voy a terminar», comentó durante el encuentro en el que improvisó en varias ocasiones.

Exhortación apostólica

Tomando también el relevo del Papa alemán en materia de Nueva Evangelización, Francisco ya tiene entre manos una exhortación apostólica que abordará este asunto y a la que dedicará gran parte del mes de agosto, cuando su actividad pastoral pública se reducirá de forma significativa.

Desde el inicio de su Pontificado, también se baraja la posibilidad de que los próximos documentos a elaborar por el Papa Francisco aborden la misericordia y la pobreza evangélica. (La Razón España)

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