viernes, 12 de julio de 2013

julio 12, 2013
MADRID, 12 de julio.- Ya hay sentencia para la denuncia que el productor Freddy Funes puso contra el cantante Camilo Sesto por incumplimiento de contrato al no realizar las actuaciones que tenía concertadas en Panamá y El Salvador. Le solicitaba 373,000 de sanción pero el juez ha dictado sentencia en contra del cantante que tendrá que indemnizar con 80,000 euros.

El juicio se ha celebrado a puerta cerrada, por deseo expreso de Camilo, que entró evitando las cámaras de los reporteros, y que más tarde abandonó la sala por encontrarse indispuesto. Fue el abogado de la parte demandante quien se dio cuenta de que Camilo podía desmayarse y avisó al juez.


El artista aseguró que se encontraba así por la medicación que toma tras una operación de tobillo para lo que no dudó en mostrar el pie quitándose el calcetín y dejando a los asistentes atónitos. Aunque ha negado que cobrara 100,000 euros de adelanto a la vez que explicó que no cantó por un problema en la producción, el letrado de Funes ha convencido al juez de lo contrario tras mostrar unos movimientos de cuentas bancarias donde figuraba el ingreso.

Sin duda no son buenos tiempos para Camilo. Días atrás coincidí con él en el Ave Madrid-Alicante y él mismo me aseguró que no quiere hacer ningún tipo de entrevista ni declaración. «No hablo de nada y mira todo lo que ya dicen», comentó.

Muy delgado y calzando deportivas por sus problemas en el tobillo, Camilo estuvo acompañado por dos personas de su total confianza. En Alicante le esperaba parte de su familia para arroparle en estos momentos tan desagradables, especialmente tras el robo que recientemente ha sufrido en su vivienda a las afueras de Madrid y que le ha conmocionado psicológicamente.

A esto se suman las voces que continúan afirmando que la relación con su hijo, Camilo Blanes, pese a que durante la última estancia en España del joven cantante, padre e hijo se mostraron juntos. Todavía hay muchos que no creen en ese amor.

Nuestro «Michael Jackson» a la española es un artista que vive retirado del ruido y solo desea que nadie invada su silenciosa vida. Una pena para cuantos aman su carrera musical.

Enigmático, maniático, especial, complicado e incluso genial en lo suyo, Camilo mantiene su personalísima voz y hasta su humor irónico. Un grande que ha optado por un estilo de vida al margen de casi todos. Qué pena. (Beatriz Cortázar / ABC)

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