lunes, 10 de junio de 2013

junio 10, 2013

El ilustrísimo Doctor don Francisco Pablo Matos de Coronado, que fué Obispo de Yucatán hace dos siglos, tenía tan buen diente, que acostumbraba merendarse un pavo entero de los grandes, Y cuando terminaba, decía sonriendo: "Bueno, bueno... sabroso estuvo el pajarito".

Pero sus biógrafos aclaran que esto no lo hacía por gula o glotonería; sino porque siendo él de cuerpo grande y extraordinario y, además, joven y saludable, necesitaba gran cantidad de alimento para reponer sus fuerzas.

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