domingo, 16 de junio de 2013

junio 16, 2013
LONDRES, 16 de junio.- El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente ruso, Vladímir Putin, parecieron acercar hoy en Londres sus posiciones sobre Siria al destacar que "pueden superar sus diferencias" y que aprovecharán la cumbre del G8 para ayudar a poner fin a la violencia en el país árabe.

Los dos mandatarios se reunieron hoy en la residencia oficial británica de Downing Street, antes del comienzo, mañana, en Irlanda del Norte de la cumbre del Grupo de los Ocho (G8, países ricos y Rusia), en la que se abordará la grave situación en Siria.

Al término del encuentro, que duró casi una hora y media, Cameron calificó de "constructiva" su reunión con Putin, si bien reconoció que los dos tienen sus diferencias sobre el análisis de la crisis.

El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó el domingo una hora tarde a las conversaciones sobre Siria con el primer ministro británico, David Cameron, antes de la cumbre del G-8 que se espera esté dominada por las discusiones sobre cómo poner fin al conflicto sirio. (EPA)

Pese a todo, dijo Cameron, los dos tienen "puntos comunes" puesto que reconocen que hay "una catástrofe humanitaria" y que es necesario un "proceso de paz" y una "transición".

Según el "premier" británico, cuyo país ostenta la presidencia de turno del G8, esta reunión ayudará a dar un "nuevo impulso" a las conversaciones que permitan llevar a una solución del problema.

La cumbre entre los líderes de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y Rusia se celebrará mañana y el martes cerca de la localidad norirlandesa de Enniskillen, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

En la rueda de prensa, que empezó con una hora de retraso, Cameron dijo que Londres y Moscú quieren que Siria se mantenga "intacta", que no se divida, y que se respete la voluntad de la población.

En su intervención ante la prensa, Cameron calificó al presidente sirio, Bachar al Assad, de "dictador asesino" que está matando con "gas a su propia gente", algo que pareció incomodar a Putin.

El Gobierno británico indicó la semana pasada que coincide con Estados Unidos en que el régimen sirio ha utilizado armas químicas, entre ellas el gas sarín, por lo que ha presentado a las Naciones Unidas pruebas sobre el uso de estos armamentos.

Sin embargo, el Gobierno ruso no ha ocultado su rechazo a cualquier intento de Occidente de suministrar armas a la oposición siria, algo que Estados Unidos parece dispuesto a llevar a cabo.

Como lo ha dicho otras veces, el primer ministro insistió hoy en que el presidente sirio "tiene que marcharse" y hay que evitar que los grupos extremistas controlen el país.

Por su parte, el presidente ruso consideró "legítimo" el que Moscú facilite armas al presidente sirio, si bien puntualizó que debe haber una salida "política y diplomática".

En opinión del presidente ruso, la reunión del G8 es "uno de los medios más apropiados" para buscar una solución al conflicto.

Pero Putin pidió a Occidente no armar a los rebeldes porque consideró que su actitud no es consecuente con "los valores humanitarios y culturales" de Europa.

"La sangre está en manos de las dos partes. Siempre hay una pregunta sobre quién tiene la culpa", dijo Putin.

Si bien Estados Unidos se muestra a favor de armar a los rebeldes, Cameron ha dejado claro que su país aún no ha tomado una decisión sobre si suministrará armas a los rebeldes.

El Reino Unido ha reconocido a la Oposición Nacional Siria como portavoz legítimo del pueblo sirio.

Se estima que la guerra civil en Siria ha causado la muerte de 93,000 personas desde que estalló en marzo de 2011.

Según el Gobierno británico, la crisis exige una respuesta "fuerte, decidida y coordinada" de la comunidad internacional

El Gobierno de Estados Unidos consideró hace unos días que el Gobierno del presidente sirio ha utilizado armas químicas, entre ellas el neurotóxico gas sarín, en el conflicto civil. (EFE)

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