lunes, 27 de mayo de 2013

mayo 27, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 27 de mayo.- Los suicidios que se registraron en México durante el año 2010 alcanzaron la cifra de 5,012. Las tasas más altas de suicidio se dieron en Yucatán (10.5 por cada 100 mil habitantes), Quintana Roo (10) y Campeche (7.5), según informó Grupo Sipse en septiembre de 2012.

Primo Feliciano Reyes Campos (centro), actual director del Hospital Psiquiátrico Yucatán, ha concedido numerosas entrevistas a los medios desde su nombramiento en marzo de este año.

El siguiente artículo de opinión, que expone las condiciones del Hospital desde el punto de vista de una joven estudiante, fue publicado en julio de 2012 en el Diario de Yucatán:

Psiquiátrico en ruinas
Por Jéssica Regina Zapata Martín

Hace unos meses asistí al hospital psiquiátrico como parte de un programa escolar, y la verdad nunca me imagine la situación con la que me iba a topar.

El lugar esta en una situación deplorable y con una gravedad de nivel urgente. Por ejemplo, las instalaciones están viejas y sin atención alguna, tiene camas oxidadas y ventanas sin protección para los moscos, paredes despintadas y los métodos médicos y terapéuticos que se utilizan son muy antiguos.

Considero que debe invertirse un poco más de tiempo para mejorar la organización interna y externa del hospital, dar atención más considerada a los pacientes que andan sin zapatos, a los visitantes que acuden y perciben este ambiente de abandono, que hace parecer que no se trata de un sitio donde atienden a seres humanos con un problema de salud mental, sea cual sea.

Todos escuchan sobre el hospital general: que si lo cambian de administración, que las medicinas son escasas, que hay mucha gente en espera y todos esos problemas.

Entonces, si un hospital general tiene problemas, imagínense un hospital psiquiátrico. ¡Nadie lo menciona! Literal ¡Nadie lo atiende!

Recuerden que en este hospital no sólo se atiende a personas con problemas de la salud mental, si no que también se imparten talleres de rehabilitación para personas con adicciones como las de alcohol, drogas, etc. y recuerden que Yucatán es el primer lugar en suicidios, este también es otro dato importante en la cual nos hacemos a la vista gorda.

Ahora que hay una nuevo representante del gobierno del Estado me gustaría que atendiera esta petición y tomara cartas en el asunto ya que yo como estudiante pido a gritos y soy voz de todas las personas que, aunque digan que no se dan cuenta y que no saben en que situación están porque “son locos”, pues yo sí y mucho.

"De los mejores del país"

La descripción antes reproducida, dada por una joven estudiante, contrasta enormemente con la de Edmundo Augusto Alzina Campos, ex presidente del Tribunal de los Trabajadores al Servicio del Estado, quien en días pasados escribió una apasionada defensa del actual director de dicho Hospital y su predecesor, sin mencionar los índices de suicidio citados al principio de esta entrada:

El Hospital Psiquiátrico “Yucatán”

Mucho se hablado en estas últimas semanas de la posibilidad de cerrar el hospital psiquiátrico “Yucatán”. Esto ha ocasionado amplias críticas en contra de conocedores por la labor que esa importante institución de salud mental ha venido realizando durante las últimas décadas en beneficio de los yucatecos y también de otros mexicanos que han venido a radicar a nuestra entidad y han sido satisfactoriamente atendidos.

El anterior director del hospital psiquiátrico de Yucatán, doctor Arsenio Rosado Franco, durante los cinco años que estuvo al frente de dicho centro de salud mental realizó una muy buena labor e incluso creó el Programa Integral para la Atención del Suicidio (Pias), cuyo propósito es proporcionar apoyo, orientación e información para personas y familiares de personas en riesgo de suicidarse.

En días pasados el titular del Ejecutivo estatal, Rolando Zapata Bello, dio posesión como nuevo director del hospital psiquiátrico al doctor en psiquiatría y quien cuenta con múltiples especialidades en la materia Primo Feliciano Reyes Campos, quien ha prestado en años anteriores sus servicios en ese nosocomio, en el Cereso, en el Hospital O’Horán y diversas instituciones para enfermos mentales. El nombramiento en cuestión vino a inyectar nuevas experiencias y métodos para la atención de las personas con padecimientos mentales o trastornos de conducta, que requieren esa importante atención y carecen de recursos para el tratamiento o el cuidado de los mismos.

El doctor Reyes Campos no es un improvisado en la materia pues, como mencioné en líneas anteriores, goza de amplia experiencia y un gran respeto de la comunidad médica que practica esa importante y compleja área que es la psiquiatría, y estoy cierto de que sacará adelante a esa institución y que tanto la sociedad médica como la sociedad civil lo respaldarán en esa importante pero difícil labor.

Seguramente tú, apreciable lector, habrás tenido oportunidad de visitar y conocer los servicios y la atención muy profesional y humana que se otorga a los pacientes en el Hospital Psiquiátrico “Yucatán” y estarás convencido de que el funcionario público que tuvo la ocurrencia de sugerir el cierre de ese nosocomio no sabe lo que dice, o, en el mejor de los casos, quizá no se interpretaron adecuadamente sus palabras.

En el hospital psiquiátrico no sólo se atiende a adultos enfermos o en estado de crisis; también existe un área muy, pero muy importante dirigida a la psiquiatría infantil, es decir, a la atención de esos niños y niñas que presentan diversos cuadros en su salud mental o en su conducta, y que precisamente por ser aún pequeños puede ser atendido su padecimiento y obtener una pronta recuperación para que cuando lleguen a la madurez sean personas “estables” y no sujetos de “bullying” o discriminación. No puedo dejar de mencionar la noble, profesional y humanista labor que el doctor en psiquiatría infantil Agustín Novas y otros compañeros realizan en el área de psiquiatría infantil.

He tenido la oportunidad de ver que se atienda a diversos niños que presentan algunos cuadros de salud mental y la labor que estos profesionales de la salud realizan, depositando toda su experiencia y esfuerzo para sacar adelante a esos niños que requieren de su atención; sin embargo, me ha resultado penoso y triste ver que dichos facultativos carecen de muchos elementos materiales para desempeñar adecuadamente sus terapias y hasta para otorgar los medicamentos para el paciente.

En mérito de lo anterior, estoy cierto de que la sociedad no permitiría el cierre del Hospital Psiquiátrico Yucatán y, por el contrario, el titular de la Secretaría de Salud de Yucatán, el gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, y la presidenta del patronato del DIF Yucatán deberán gestionar mayores recursos para que esta noble e importante institución de salud mental se amplíe, se contrate a más personal para dar mayor y mejor servicio a tanta gente que lo requiere y, sobre todo, mejorar las condiciones de trabajo de los empleados de dicha institución proporcionándoles los aparatos y útiles necesarios para la realización y tratamiento de los pacientes, y hasta dotarlos de computadoras, porque hasta de eso se carece o ya estaban tan obsoletas que no funcionan adecuadamente.

Urge que se apoye a esa institución y a su director general Primo F. Reyes Campos para que pueda entregar buenas cuentas al gobierno del Estado y, sobre todo, a la sociedad yucateca que cada día reclama en mayor número la atención y tratamiento de quienes lo requieren.

No olvidemos que con la reciente reforma constitucional la salud en todos sus aspectos es un derecho humano, y el estado mexicano esta comprometido a cumplir con otorgar a todos quienes habitamos en México el derecho a la salud en todos sus aspectos.