miércoles, 19 de agosto de 2020

agosto 19, 2020
1. Apoyé con mis artículos –muchas veces con mi presencia física- a López Obrador desde sus marchas tabasqueñas de los ochenta, su “éxodo de la democracia” en 1991, los bloqueos de pozos petroleros en febrero de  1996, la lucha contra el desafuero de 2005 y el bloqueo de Reforma de 2006, etcétera. Sin embargo hoy, después de año y medio de escuchar sus mañaneras, no las resiste mi mente por parecerme en parte demagógicas, al no concordar sus palabras con los hechos.

2. A pesar de tener la convicción, de saber lo bien difícil de enfrentar a sus enemigos –denunciados todos por él mismo con todas las pruebas- repudio todos los pretextos legislativos y burgueses legaloides, a la “ética” que acude para “perdonar” a todos los que han sangrado o despojado al país provocando millones de muertes de niños y personas, por miseria y hambre. En México hemos vivido necesitando dinero en el presupuesto nacional saqueado para solucionar los principales problemas del pueblo.

3. Pareciera que despojar, hacer más miserable al país, no tiene consecuencias. Incluso “devolver lo robado” no puede ser suficiente si por culpa de esos saqueos no hay para comer, no hay presupuesto necesario para servicios de salud, educación. ¿Cómo carajos permitir el endeudamiento cada vez más grande del país si luego hay que pagar multimillonarios intereses que reducen el presupuesto anual del país? No basta con devolver lo robado hoy si toda la riqueza funcionaril ha sido producto del robo.

4. Las cárceles deberían estar llenas de ex altos funcionarios de los cinco más recientes gobiernos  que hayan robado cualquier cantidad superior a 50 mil pesos o que hayan endeudado al país. Mientras se castiga a cualquier miserable por robarse un cartera, a los empresarios, así como a los  pinches  gobernantes que piden préstamos para robar, no les pasa nada. AMLO, que prometió un cambio radical, en serio, perdona todo. ¿Cuántos miles siguen saqueando, haciendo trampas sin miedo, sabiendo que no los castigarán?

5. Piensa o diría López Obrador: “si sólo por regañarlos o por tocarlos con el pétalo de una rosa se enoja la “oposición”, imagínense, tengan seguro, que me derrocarían si los castigo. Por eso mejor no provocarlos aunque se sigan robando el petróleo, no se reduzcan sus insultantes salarios, sigan reclamando más dinero los gobernadores o los empresarios despidan a sus obreros con cualquier pretexto y hasta que la llamada oposición siga insultándome. Por ello es mejor no hacerles caso, tener los oídos cerrados, mientras me dedico a trabajar”.

6. No sé si los electores hayan perdido el entusiasmo, la confianza, la esperanza que tenían por AMLO y su partido Morena. Creo que sería una enorme caída de AMLO si la gente desde 2021 empieza a votar “por lo menos malo”. Ha dejado de creer en los partidos, incluso en Morena que, al parecer se firmó un compromiso -por sus mismos creadores- de asesinarlo. Aprovechando el tiempo libre de la pandemia, Morena pudo aprovechar construir escuelas de cuadros de cinco o seis para analizar la situación y ponerse a estudiar. ¿Esperan darle sepultura? (19/VIII/20)

http://pedroecheverriav.wordpress.com

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