domingo, 26 de julio de 2020

julio 26, 2020
GUADALAJARA, Jalisco, 26 de julio de 2020.- El creciente hallazgo de fosas en Jalisco, con al menos 245 cuerpos encontrados durante el primer semestre de 2020, refleja la ola de desapariciones y la lucha entre carteles en este occidental estado, uno de los más poblados e industrializados de México.

A comienzos de esta semana, el fiscal general de Jalisco, Gerardo Octavio Solís, informó que de enero a junio de este año han localizado doce fosas clandestinas en las que había 800 bolsas con restos humanos.

Esta macabra cifra se traduce en al menos 245 cuerpos, aunque faltan por analizar poco más de un centenar de dichas bolsas, por lo que la cifra sería mucho mayor.

Tan sólo en la finca de la colonia (barrio) El Mirador II, en Tlajomulco de Zúñiga, los peritos han exhumado al menos 104 cuerpos desde enero a la fecha. Y los trabajos de búsqueda, a menudo meticulosos, continúan por parte de peritos y expertos.

Hallazgo de una fosa clandestina en Jalisco. (EFE)


A las cifras oficiales dadas a conocer por las autoridades se suman las dos fosas que han sido encontradas en lo que va de julio en los municipios de El Salto, con al menos 28 cuerpos, y en la colonia Chulavista de Tlajomulco de Zúñiga, donde fue encontrada una cabeza humana en una finca y la autoridad sospecha que podría haber más cuerpos en el inmueble.


De acuerdo con el informe denominado 'Registro Nacional de Fosas Clandestinas y Cuerpos Exhumados' actualizado al 13 de julio por la Secretaría de Gobernación (Segob), Jalisco es primer lugar en el número de cuerpos localizados en fosas clandestinas con 487 personas entre el 1 de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2020.

Según cifras actualizadas recientemente, hay 73.201 desaparecidos desde 1964 a la fecha a nivel nacional, aunque más de 71.000 son casos registrados después de 2006. Y de acuerdo con el Sistema de Información Sobre Víctimas de Desaparición del Gobierno estatal, se contabilizan 9.413 personas desaparecidas o pendientes de localizar, situando a la entidad como una de las que más casos de este tipo registra.

"Mi hipótesis es que esas disputas (del narcotráfico) van generando condiciones para que un grupo pueda denunciar a otro para que se puedan llevar a cabo estas localizaciones. Pero la autoridad no dice cómo es que llegan a las fosas y tampoco explican cómo en un periodo tan corto Jalisco se convirtió en el que tiene mayor número de cuerpos exhumados", señaló el académico del Departamento de Estudios en Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara, Darwin Franco.

Además, consideró que hay zonas del estado que, por la ausencia o incapacidad de las autoridades, se han convertido en tierra de nadie y están hoy controlados y disputados por el crimen organizado.

Solís ha dicho a medios de comunicación que el aumento de fosas es resultado de las investigaciones realizadas por la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas.

Sin embargo, acotó el experto Darwin Franco, todavía falta relacionar el creciente hallazgo de fosas con la identificación de desaparecidos.

"Los familiares llevan años buscando sin encontrarlos y la respuesta es que en realidad como no había una localización de estas fosas, no había una búsqueda en muerte de las personas desaparecidas", añadió el especialista en el tema.

Desde septiembre del año pasado, el estado era testigo del creciente hallazgo de fosas como la que fue encontrada en un predio de cuatro hectáreas en la colonia La Primavera, dentro del bosque del mismo nombre.

En este sitio se encontraron hasta 138 bolsas con restos humanos y prendas de vestir, pertenecientes al menos a 40 víctimas.

La colusión entre las autoridades municipales y estatales es un ingrediente fundamental para este tipo de crimen, pues la vigilancia de las fincas, mayormente privadas, la excavación de un pozo, el transporte de los cuerpos y la inhumación requiere una estrategia compleja.

La mayoría de las víctimas son desmembradas dentro de las mismas fincas, como parte de esta "maquinaria del horror", admite Franco. "Una fosa lleva toda una maquinaria de horror, implica por lo menos capacidad económica del crimen organizado y capacidad técnica. Es decir, mano de obra especializada en este tipo de trabajo, además de la colusión de las autoridades para mover esa cantidad de cuerpos y recursos y la capacidad de control del territorio del crimen organizado", explicó.

Además, lamentó la falta de protocolos tras el hallazgo de fosas, o indicios en la materia.

"No hay una labor de procuración de seguridad en la que este tipo de sitios se resguarden y de ahí que puedan ser usados y usados, y no pasa absolutamente nada", advirtió.

Con 7,8 millones de habitantes, Jalisco registró en el primer semestre del 2020 un total de 1.276 homicidios dolosos, siendo uno de los estados con más asesinatos en números absolutos.

La entidad, que alberga a la zona metropolitana de Guadalajara, es sede del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado el grupo criminal más poderoso de México. (EFE)

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