lunes, 27 de julio de 2020

julio 27, 2020
Pedro Echeverría V.

1. El presidente López Obrador se ha negado a seguir entregando subsidios o sobornos millonarios a medios de información y a “intelectuales”, ¿Dónde entonces cobran ahora Loret de Mola, Aguilar Camín, Silva Hérzog, Jorge Castañeda y Amparo Casar por su lucha contra las políticas de López Obrador? Lo seguro es que esos “señoritos” estén en espera viviendo de empresarios millonetas mientras logran derrocar al presidente o lo obligan a cambiar su política. Los cinco intelectuales poseen mucho dinero para viajes y darse la buena vida, pero dado que muchos de ellos “no tienen llenadera”, buscan aprovechar cualquier veta ¿empresarial? para acumular más capital.


2. Los cinco sujetos son personalidades de la vida nacional no por tener muchos seguidores, sino porque aparecen muchas veces contratados en la radio y la TV lanzando discursos de propaganda contra cualquier política del presidente AMLO. Combaten el “autoritarismo” de AMLO cuando, lo que puede demostrarse, es precisamente lo contrario: un gobernante que ha denunciado y debería tener en prisión a por lo menos 100 delincuentes de cuello blanco, sólo tiene a una o dos personas; un presidente que ya debió cerrar uno o dos periódicos, dos televisoras y poner en capilla a tres o cuatro empresarios e “intelectuales” mentirosos, acaudalados y todo perdona.


3. Obvio, tampoco me agradaría ver o escuchar -no resistiría-, a “intelectuales” que se dediquen a halagar al presidente López Obrador, mucho menos a tratar de tapar sus errores que son muchos. Acepto a los de La Octava: el astillero, los periodistas, etcétera, porque buscan analizar los problemas pensando en no caer en los halagos o vituperios fáciles. De ninguna manera adoptar una posición neutral. Independiente, incolora o insípida. Hay que construir las opiniones adoptando un contexto que seguramente se inclinará a favor de la mayoría, de los pobres, de los explotados y oprimidos. No se puede servir igual en un país o un mundo absolutamente desigual.

4. Estos cinco “señoritos” del verbo derechista fácil, juntos con una señora Dresser y un tal Zuckerman –un personaje de ultraderecha que también hace entrevistas televisivas- han conformado un equipo muy dinámico dedicado exclusivamente a combatir el lópezobradorismo.  AMLO se ha defendido, pero sus discursos solamente son palabras sin contenido práctico. Dirían por ahí: “las palabras sólo se las lleva el viento”.  Cuando AMLO encarcele a un expresidente, pondrá entonces a temblar a todos provocando con ello que todos los delincuentes de cuello blanco acudan presurosos a pedir perdón, por si acaso. Así ha sido en la historia. (27/VII/20)

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