Eduardo Ibarra Aguirre / 5-VII-19
La descalificación en automático de la idea sobre la existencia de “mano negra” en las bloqueos –en distintos puntos de la capital y otras ciudades, a cargo de familiares y agentes de la Policía Federal y lo que denominan “paro nacional”, cuando son cientos los movilizados–, habla de la existencia de reacciones mediáticas para trivializar las “teorías conspirativas” del presidente Andrés Manuel, pero eso sí atribuirse el mérito del seguimiento informativo sobre las condiciones de vida y de trabajo de componentes de la PF, por parte de Ciro Gómez en Imagen Televisión, como hace semanas atribuyó a su propio trabajo el anuncio de la Secretaría de Salud sobre la adquisición de medicamentos para hacer frente a la escasez. Sólo que Denise Maerker mostró que en el desaparecido programa Punto de Partida (Las Estrellas) su equipo reporteó el tema desde hace una década.
Ojalá (Alá quiera) que la hipótesis de la mano negra fuera equivocada y el conflicto obedeciera a las presuntas amenazas que penden sobre elementos de la PF. Mas los hechos que se acumulan muestran lo contrario.
Para empezar los agentes policiacos exigen diálogo, pero rechazan y agreden física y verbalmente a la comisaria general Patricia Trujillo Mariel. Enseguida exigen la renuncia del secretario Alfonso Durazo, pero se reúnen con Ricardo Mejía, el comisionado por aquél para negociar y se retiran para realizar un “paro nacional”, pero antes exigen la presencia de los reporteros y que los acuerdos se publiquen en el Diario Oficial de la Federación.